El puzzle de la F1

La decisión sobre el futuro del motor de McLaren mantiene en vilo a la Fórmula 1, ya que es tan compleja que afecta a muchas partes y, sobre todo, a la continuidad de Fernando Alonso. Se da por hecho que la operación Renault va a terminar haciéndose, pero todavía quedan algunos flecos por solucionar.

Para algunos la resolución del caso es inminente, cuestión de horas. Para otros se hará a principios de la próxima semana, pero se da por seguro en cualquier caso que el tema se cerrará antes del GP de Singapur, que se disputará el 17 de septiembre en el circuito de Marina Bay. Los equipos están trabajando ya en el diseño del bólido del 2018 y para ello es fundamental conocer el motor que van a utilizar y la arquitectura del mismo.

El puzzle está tomando forma. Para que McLaren rompa el contrato con Honda y firme con Renault, que ya suministra motores a otros tres equipos, no solo tiene que rescindir el contrato en vigor con los japoneses sino que la marca francesa debe liberar a uno de sus equipos actuales, Toro Rosso, que sería quien pasase a equipar la unidad de potencia de Honda. Liberty Media, que tiene los derechos comerciales del campeonato, y la FIA, que ostenta los deportivos, están realizando de mediadores entre las partes y una de sus prioridades es que Honda siga en Fórmula 1. El campeonato y su imagen no se pueden permitir bajo ningún concento la pérdida de una marca como la japonesa.

La decisión, por otro lado, también afecta a los pilotos. Si McLaren sigue con Honda Fernando Alonso se irá del equipo al que llegó en 2015. Tres años repletos de frustraciones han colmado el vaso. El asturiano ya les ha hecho saber a sus jefes su decisión. Irrevocable. Por el contrario, si firman con Renault se quedará, les dará una nueva oportunidad con un contrato de un año.

El movimiento puede afectar también a la carrera de Carlos Sainz. Renault hace meses que quiere incorporarle a sus filas y Red Bull, que tiene el contrato del madrileño, se niega a aceptar el trasvase porque le ve como el relevo natural a Daniel Ricciardo y Max Verstappen. Cyril Abiteboul, máximo responsable de Renault F1, ha puesto el nombre de Carlos Sainz sobre la mesa. Acepta suministrar motores a McLaren, pero el madrileño entraría finalmente en la operación.

Red Bull también ha tenido su porción, al tener la propiedad de Toro Rosso. La firma de bebidas energéticas acepta que su filial cambie de motor, pero a cambio de ello Honda sufragaría buena parte del presupuesto y, además, tendría la opción de cambiar de motor si fuera competitivo.