EL ANÁLISIS

¿Héroe o villano?

Las críticas arrecian contra Nico Rosberg, el flamante líder del campeonato, quien dejó fuera de combate a Lewis Hamilton en Spa en la segunda vuelta. El error del alemán ha provocado la indignación en Mercedes, que ahora sí se plantea establecer órdenes de equipo

Rosberg y Hamilton, cara a cara

Rosberg y Hamilton, cara a cara / sport

Josep Viaplana

Los 11 puntos de ventaja de que disponía Nico Rosberg sobre Lewis Hamilton han pasado a ser 29 después del GP de Bélgica, una prueba en la que el inglés se vio obligado a abandonar después de que su compañero de equipo le destrozara una rueda en la segunda vuelta. La maniobra de Rosberg ha disparado las hostilidades en Mercedes, sobre todo por parte de Hamilton, que le ha acusado públicamente de hacerlo adrede. La temperatura iba subiendo en los últimos grandes premios y sus responsables no fueron capaces de atajar los continuos conflictos que se han generado entre ambos pilotos. La guerra explotó en Spa y ahora las consecuencias son imprevisibles, tanto como que la sombra de Daniel Ricciardo y su Red Bull puede colarse a lo lejos en la lucha por el título después de ganar su tercera carrera.

1.- Un potencial por encima de los rivales

El hecho de que no tengan rival en la pista, que dispongan de un coche muy superior al de la competencia, capaz de sacarle más de un segundo por vuelta a sus rivales en los primeros grandes premios, independientemente de las características de los circuitos y las condiciones, ha hecho que la lucha por ganar el título se concentre únicamente y desde el primer día en Nico Rosberg y Lewis Hamilton. Y ello, obvio, ha aumentado de forma notable la tensión dentro de Mercedes AMG. La pelea en la pista ha erosionado una relación que hace ya algunos años era de amistad, en los tiempos en los que competían en karting, pero que ha pasado en los últimos tiempos del amor al odio. No se lo pierdan... Y son vecinos en Mónaco.

2.- Rosberg no se ha amedrentado

Nadie apostaba un euro por Nico Rosberg y se daba por hecho antes de empezar que el título sería para Lewis Hamilton, que ya fue campeón del mundo en 2008 y curtido en mil batallas. Sin embargo, el alemán ha salido respondón en la pista y ha sabido jugarle al inglés con sus mismas armas. En Bahrein le engañó en la utilización del mapa motor cuando el equipo le pidieron que usara uno que consume menos gasolina -por tanto, corre menos- y se la devolvió con la misma moneda en Barcelona. En Mónaco saltaron chispas ya antes de empezar, puesto que Lewis acusó a Nico de niño pijo y acomodado, sin hambre de éxitos por ser de origen rico. El inglés también desobedeció las órdenes de dejarle pasar en Hungría.

3.- Nico se ha abonado a la pole position

Lo que no podía esperar bajo ningún concepto Hamilton es que Rosberg acabara siendo más rápido que él a una vuelta. El inglés lideró la parrilla en cuatro de los cinco primeros grandes premios, pero no ha vuelto a marcar una pole position desde el GP de España mientras que su ‘enemigo’ ya suma siete. Solo el Williams de Felipe Massa ha podido romper el dominio de los Mercedes en una parrilla, Austria. Esta circunstancia le ha roto los esquemas, provocando diferentes problemas para Lewis, desde errores de pilotaje a problemas mecánicos. En los doce grandes premios que ya se han disputado mientras Hamilton ha abandonado tres veces (Melbourne, Canadá y Spa), Rosberg solo en una (Silverstone).

4.- Budapest marca un antes y un después

Se han ido distanciando en el tiempo, pero no hay duda de que el GP de Hungría, el último antes del paréntesis estival, ha marcado un antes y un después en su relación. El propio Hamilton confesó después del toque de Spa que su compañero dejó claro en la reunión que mantuvieron el jueves con el staff “lo enfadado que estaba” sobre las órdenes de equipo de Hungría. “Estaba pensando, ¿han sido tres semanas persistiendo en lo mismo? Se sentó aquí y dijo lo enfadado que estaba con Toto Wolff y Paddy Lowe. Después de eso ha pasado esto, es interesante”, afirmó Lewis, un maestro en filtrar a los medios algunas cuestiones referentes al equipo que a él, lógicamente, le interesan.

5.- Abucheos en el podio para el líder

Eddie Jordan, expropietario de un equipo de F1 y reconvertido en todo un showman, lo pasó mal en el podio de Bélgica cuando un numeroso grupo de seguidores, mayoritariamente ingleses, abuchearon a Nico Rosberg, que acabó la carrera segundo detrás de Daniel Ricciardo. El irlandés pidió al público, en varias ocasiones, que aplaudiera, pero no tuvo suerte. Nada nuevo en la F1. Sebastian Vettel también ha tenido que oír abucheos en los últimos años, culpable de aburrir con sus éxitos, pero el episodio más espectacular lo vivimos con Lewis Hamilton, pitado espectacularmente en Barcelona tras su guerra con Alonso y el resultado fue que los medios ingleses lo transformaron en un conflicto racial.

6.- Órdenes de equipo, ahora sí o sí

Por último, hay que hacer referencia al tema de las órdenes de equipo, repudiado largamente por Toto Wolff y Niki Lauda. Después de la carrera de Budapest anunciaron, a bombo y platillo, que iban a dejar correr a sus pilotos libremente y que no habría ningún tipo de consigna. “Donde dije digo digo diego”, como apuntaba el refrán. Después de la carrera de Spa el austríaco, director ejecutivo de Mercedes AMG, remarcó que “no hemos decidido nada, pero estoy muy harto, me siento decepcionado y el equipo también lo está. Hemos definido unas reglas y las hemos roto. Queríamos dejarles competir, pero la filosofía se ha acabado porque no queremos terminar perdiendo el título por darle emoción a las carreras”.