FÓRMULA 1

Hamilton-Rosberg: El duelo final

Hamilton arrancará mañana como favorito para convertirse en bicampeón. Ganar o acabar segundo le proclamaría automáticamente campeón

A Hamilton le basta con marcar de cerca a Rosberg, ni siquiera necesita ganar

A Hamilton le basta con marcar de cerca a Rosberg, ni siquiera necesita ganar / sport

Sergi Mejías

Lewis Hamilton o Nico Rosberg. Mañana uno de los dos será campeón del mundo de F1. Bajo los focos del Yas Marina de Abu Dhabi, la estrella de Mercedes recuperará todo su esplendor viendo coronarse a uno de sus dos pilotos. Los números sitúan al británico como favorito. Lewis es el líder del campeonato con 17 puntos de ventaja sobre Nico. No solo eso, Hamilton cuenta con el doble de victorias que Rosberg: diez del campeón del mundo de 2008 - cinco de ellas de forma consecutiva-, por cinco de su compañero de equipo. 

Ayer Hamilton, por milésimas fue el piloto más rápido. Pero salir primero no es sinónimo de victoria entre los pilotos de Mercedes, que han firmado por dobletes la mayoría de las carreras este año. Nico solo ha conseguido ganar tres veces desde la pole mientras que Lewis lo vuelve a doblar en este aspecto además de haber ganado en otras cuatro ocasiones sin salir primero.

A pesar de no conseguir tantos triunfos, el piloto alemán se ha mostrado más consistente que su compañero de escudería ya que solo ha sumado dos abandonos por tres de Hamilton y todas las carreras ha sido segundo cuando no ha ganado, excepto en Hungría donde fue cuarto. De aquí la escasa diferencia de 17 puntos a pesar del número de victorias del líder.

Ante este panorama, solo la fiabilidad del Mercedes o un error del propio piloto evitará que Hamilton se proclame bicampeón. Le basta con acabar primero o segundo. Solo una vez esta temporada, acabando los dos pilotos la carrera, se ha dado una situación que en Abu Dhabi coronaría a Rosberg: fue en Alemania donde ganó Nico y Hamilton acabó tercero... pero salió vigésimo. Puede que Rosberg venga de ganar en Brasil y cortar la racha de cinco victorias consecutivas en Hamilton pero el británico sabe que basta con ‘marcar’ a su compañero de equipo, no le hace falta ni ganar.

Da igual que el último GP puntúe doble, una novedad algo artificial en la temporada y que se instauró para dar relevancia a una carrera final que será igual de emocionante, puntuable doble o no. La carrera de mañana promete, y mucho, después de lo visto este año. Las órdenes de equipo se quedarán el box, igual que el ‘fair play’, el título está en juego y es el duelo final. Hamilton lleva ventaja pero todo puede pasar. Hoy toca ‘qualy’ y mañana, a la misma hora, el momento de la verdad.