Fernando Alonso toma el sol después de que el coche se le vuelva a parar en la Q1

Fernando Alonso (McLaren) ha sido eliminado en la primera ronda (Q1) de la sesión de clasificación para el Gran Premio de Brasil, penúltima prueba del Mundial de Fórmula Uno, por una nueva avería en su monoplaza.

Alonso, que el viernes ya tuvo que dejar el segundo entrenamiento libre por una avería mecánica, ha recibido ordenes de su escudería para que detuviera el monoplaza cuando todavía iba por la segunda vuelta. Su compañero el británico Jenson Button también ha caído eliminado en la Q1 al quedar en la decimoséptima plaza

El piloto español ya ha perdido la cuenta de las veces que le ha fallado el motor esta temporada. "No sé lo que ha pasado, se habrá roto el motor, supongo", ha explicado Alonso. "La fiabilidad sigue siendo un problema. Tampoco es que seamos muy rápidos, pero el coche se comportó bien en la FP3. Saldremos mañana desde atrás y a ver si podemos acabar la carrera".

Preguntado por su actitud tras el enésimo fallo técnico en su MP4-30, el asturiano ha ironizado: "No hemos descubierto nada, llevamos todo el año así, sabemos que tenemos que tener paciencia y perseverancia porque todo va a cambiar. No pude tomar el sol nada la semana pasada y he aprovechado la avería para mirar el móvil y echarme un poco de crema solar... También nos hemos hecho una foto de recuerdo al pasar por delante del podio".

Alonso ha acabado su intervención señalado: "A grandes problemas, grandes soluciones, que yo creo que se están tomando. Hay que tomarlo de la mejor manera posible, tomar nota de los abandonos y no repetirlos nunca jamás. Si llueve en carrera es más fácil remontar y podemos añadirle un poco de competitividad a nuestros tiempos. Pero incluso lloviendo la carrera sería difícil para nosotros. Vamos a analizar lo que le ha pasado al coche, a ver qué motor montamos, si es que nos queda alguno".

Además, la propia cuenta de McLaren publicó una imagen con sus dos pilotos en el podio del Gran Premio brasileño. Un acto con un poco de sarcasmo tras el pésimo fin de semana en tierras sudamericanas.