Vettel entierra el dominio de Mercedes en Australia

Vettel, exultante, rodeado de los pilotos de Mercedes en el podio

Vettel, exultante, rodeado de los pilotos de Mercedes en el podio / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Sebastian Vettel y Ferrari han demostrado esta mañana en Melbourne que no van de farol en este Mundial de Fórmula 1 y el triunfo del alemán en el GP de Australia le otorga grandes dosis de emoción a un campeonato que ve como el dominio insultante que han mantenido los Mercedes en las tres últimas temporadas se ha acabado.

El extraordinario triunfo de Vettel, sin embargo, no esconde que Mercedes tenía coche para ganar y que no lo han hecho más por sus propios errores que por los aciertos de un rival que ha estado impecable, sin cometer el mínimo error, aprovechando todas las facilidades que se le han presentado y que ha presentado su candidatura por todo lo alto.

La salida se presentaba como el momento determinante, donde teniendo en cuenta las malas arrancadas de Lewis Hamilton en 2016 Sebastian podía darle la estocada. No fue así, al contrario, ya que el inglés protagonizó una de sus mejores salidas y Vettel estuvo a punto de verse sorprendido por Valtteri Bottas, que ha debutado con Mercedes en el podio.

La sorpresa ha llegado con el ritmo que ha impuesto Vettel, que ha sido el único que ha podido mantener la estela del Mercedes de Hamilton, que nunca ha podido abrir un hueco tranquilizador. Con el conocimiento de que habría solo una parada en boxes –será la tónica habitual este año- el pitstop se presentaba como la prueba definitiva para unos y otros. Hamilton, que no se sentía cómodo con los neumáticos, ha sido el primero en parar y en Ferrari, en lugar de calcar la estrategia, han mantenido en pista a Vettel unas cuantas vueltas para tratar de sorprender al rival. Verstappen ha hecho el resto. En su regreso a la pista Lewis se ha encontrado detrás de Max y le ha sido imposible pasarle, con lo que Vettel ha arañado unos segundos que han sido determinantes para volver a la pista justo delante de ambos.

La suerte estaba jugada. El Ferrari se ha ido y Lewis Hamilton ha visto que no podía seguirle, ni tan siquiera cuando Verstappen entraba en boxes. Al contrario, Bottas se le ha acercado mucho en el último tercio de la carrera, situándose a unos dos segundos y dejando la impresión que si lo hubiera intentado hubiese podido con él. El finlandés no ha querido líos en su primera carrera y se ha mantenido por detrás del inglés al que ha acompañado en el podio junto a un exultante Vettel. Ferrari no ganaba en Australia desde el 2007 y no ganaba la prueba inaugural del campeonato desde Bahrein 2010, con Alonso.

Está claro que esta nueva era de la F1 ha empezado con buen pie, mayor igualdad en los puestos de cabeza y con los Ferrari dispuestos a disputarle la supremacía a unos Mercedes que hoy se han visto sorprendidos bajo presión.

Carlos Sainz, por su parte, ha conseguido un magnífico octavo puesto, una posición que le permite arrancar la temporada por tercer año consecutivo sumando puntos. Esta vez, sin embargo, se ha superado, puesto que en 2015 y 2016 había sido noveno y esta vez ha sido octavo después de pelear toda la carrera por la séptima plaza, primero con el Haas de Romain Grosjean y después con el Force India de Checo Pérez. El madrileño, que tuvo que dejar pasar a su compañero de equipo en un ardid del equipo por tratar de superar al mexicano –al final le devolvieron la posición porque no pudo adelantarle-, ha tenido un buen debut y el coche se ha mostrado competitivo en este segundo grupo. Eso sí, con el Williams de Felipe Massa por delante –Stroll está muy verde para la F1- y el citado Force India.

Por último, en cuanto a Fernando Alonso, destacar que ha tenido una brillante actuación que no se reflejaba en su posición. Décimo durante casi toda la carrera, aguantando detrás suyo a coches mucho más rápidos, ha abandonado a tres vueltas del final al romperse la suspensión ny se ha quedado sin unos puntos que hubiesen sabido a gloria.