El secreto mejor guardado de Sebastian Vettel para ganar carreras

El piloto pone una moneda de la suerte en sus botines antes de cada competición, pero no es su único apoyo que recibe

Sebastian Vettel

Sebastian Vettel / AFP

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Solo es difícil. En la Fórmula 1, como en la vida, es primordial contar con el apoyo de las personas que nos rodean y que cada día se involucran a fondo en lo que hacen. El equipo es el verdadero protagonista que empuja tras los casos de éxito. Es la fórmula capaz de crear la magia de no tener que conducir solos.

El valor del equipo lo conocen bien quienes viven la tensión en los boxes. Uno es nada, el equipo es todo, y la precisión y coordinación es la clave del triunfo.

Banco Santander cuya apuesta por la Formula 1 comenzó en 2007, ha hecho equipo y puesto en marcha diferentes acciones bajo el paraguas Fórmula Santander que tiene como objetivo patrocinar valores solidarios y colaborativos a través  de una serie de vídeos elaborados conjuntamente entre la entidad bancaria y Ferrari.

LA MONEDA DE LA SUERTE

El hilo conductor de la nueva entrega es una moneda que el padre de Sebastian Vettel le regalo en una carrera de karts. Es la misma moneda que, antes de cada competición, el piloto coloca entre los cordones de sus botas rojas, las mismas que un equipo ha preparado concienzudamente– al igual que todo el resto del vestuario y que su coche– para conseguir que llegue el primero a la meta.

En versiones de 20 y 60 segundos, el vídeo repasa la cadena de circunstancias que hacen posible que la moneda de la suerte este siempre en su lugar, como amuleto, para dar confianza al campeón.

Entre esas circunstancias y personajes están la estudiante María y el programador Joao que crearon una app  revolucionaria en el restaurante de un veterano conductor de karts cuyos proyectos se hicieron realidad con el apoyo del Santander.

La colaboración entre la entidad bancaria y Ferrari data de 2010 y Emilio Botín la ha calificado como "la mejor operación de márketing de la historia de Santander" ya que mejora la valoración del banco hasta un 25% entre los clientes y un 41% entre los no clientes; también aporta notoriedad, y genera orgullo de pertenencia entre los empleados.