Ecclestone acusa a Liberty Media de querer borrar su legado

Ecclestone, paseando por la parrilla del circuito de Austin

Ecclestone, paseando por la parrilla del circuito de Austin / Afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Después de muchas décadas la F1 arranca sin Bernie Ecclestone al frente. Liberty Media lo ha dejado en la cuneta y la relación no ha acabado bien. El británico, de 87 años, ha reconocido sentirse decepcionado por la actitud de los dirigentes de la nueva empresa que rige la F1, que a su parecer están intentando borrarle de la historia de la F1 y se ha mostrado claramente en desacuerdo de su forma de actuar con él.

"No hay nada que yo pueda hacer. Incluso sus trabajadores no tienen permiso para hablarme. Quieren deshacerse de la ‘era Bernie’", aseguró Ecclestone al Daily Mail. "Siempre me dicen lo mismo, y quizá piensan que me pone contento, pero no es así. Me dicen que hice un gran trabajo pero que debemos seguir hacia adelante, y quizá tienen razón", ha matizado.

Mr. E se muestra sorprendido porque Liberty le dijo en primeras instancias que querían que se quedase en el cargo de CEO durante sus primeros años, pero al final prescindieron de él. "¿Me enfadé cuando Liberty me pidió que me vaya? No, porque si alguien compra un coche, quiere conducirlo”, metaforizaba Ecclestone. “Estuve decepcionado porque me pidieron que me quedase por tres años y yo dije que podía hacerlo. Estaba un poco sorprendido el día después de cerrar el trato cuando me pidieron que diese un paso atrás porque Chase Carey quería ser el jefe supremo”, desveló.

Parte del desencuentro entre Carey y Ecclestone viene por la fama del segundo por querer sacar más dinero para los accionistas que generar espectáculo para los aficionados. "He intentado dirigir el negocio como CEO de una empresa que saca beneficios para sus accionistas. Sé que los antiguos accionistas (CVC) querían vender la empresa, y yo hice todo lo posible para sacar beneficios y que pudiesen vender", apuntaba.

Bernie Ecclestone está en desacuerdo con la forma de actuar de Liberty, que podría acabar paulatinamente con la exclusividad que la Fórmula 1 siempre ha tenido. "Veo las cosas de forma diferente. Todo el mundo quiere ir a un restaurante en el que no hay sitio. Así que era muy estricto con los pases del paddock y su filosofía es más abierta", citó el inglés, que aseguró que los nuevos propietarios "tienen una cultura americana y en las carreras americanas los boxes y el paddock están llenos de gente y puedes hablar con los pilotos y sentarte en sus coches. En F1 estábamos con un restaurante de cinco estrellas Michelin, no es un sitio de comida rápida. Pero quizá su cocina es más accesible. Quizá con ellos tenemos un mejor sabor".