Carlos Sainz: "Soy mucho mejor piloto que hace un año"

Qué balance hace del año?

Ha sido una temporada muy positiva, en la que he conseguido generar una buena impresión en el paddock. Tu primer objetivo cuando llegas a la F1 es decir ‘aquí estoy yo’ y ‘vengo para quedarme’ y creo que en este sentido lo hemos conseguido. El reto primordial también era aprender y creo que he aprendido muchísimo. El piloto que soy ahora y el que era en Australia son dos pilotos absolutamente diferentes. Tengo mucha más experiencia y en general soy mucho mejor piloto.

¿Consideras que se te valora como te mereces?

La gente que entiende de verdad, que sabe de qué va este deporte, sí que me valora lo justo. Quizás quien solo ve la Fórmula 1 los domingos o se rige solo por la tabla de clasificaciones no me valorará por lo que he hecho en la pista, pero a mí la gente que me interesa que me tenga en cuenta es la de Toro Rosso y Red Bull y ellos saben qué he hecho. Están muy contentos con mi rendimiento.

Siete abandonos mecánicos. ¿Duro de asimilar?

Por descontado, sobre todo porque los siete han sido mecánicos y no como consecuencia de un error del piloto. Dos de ellos fueron sin ni tan siquiera poder salir a la carrera, ya que en Brasil y en Spa no pude completar ni la primera vuelta. No es lo ideal para un primer año, en el que tienes que coger experiencia acumulando muchos kilómetros, pero insisto en que el balance es positivo porque con todos estos problemas que he tenido era difícil generar una buena impresión en un equipo modesto.

Hay quien duda de que tu coche sea igual al de Verstappen. ¡El monoplaza del holandés no se rompe nunca!

Mi coche se ha roto más que el de Max, seguro, es una evidencia, pero este deporte es así. Hay cosas que no se pueden controlar o entender. Tanto me ha tocado a mí este año como le puede pasar a él en el próximo. Te aseguro que los coches o el enfoque no son diferentes. A unas carreras le va mejor a él, en otras a mí, pero sé que no hay diferencia en cuanto a coche y preparación.

No hay que buscar fantasmas...

No hay que buscar fantasmas, sobre todo porque el primer perjudicado sería el equipo y no se van a perjudicar a ellos mismos.

¿Qué nota te pondrías en tu primera temporada dentro de la Fórmula 1?

Yo estoy muy contento, la verdad. Obviamente, hay muchas cosas que cuando miro hacia atrás veo que las tengo que mejorar, pero estoy convencido que más carreras y más experiencia me las van a dar. No me gusta poner notas, pero si me aprietas me pondría un 8.

¿El mejor momento del año?

Clasificar quinto en Barcelona. Después de haber visto durante tantos años a Fernando Alonso situarse quinto en Montmeló con un Ferrari y que de repente llegue yo en mi quinta carrera en la F1 y me sitúe quinto con un Toro Rosso es, indudablemente, la mejor sensación del año.

¿El peor?

El accidente de Rusia fue un mal momento, pero no el peor. Fue un fin de semana muy estresante que se quedó solo en un susto. El peor momento lo viví en Austin, donde tenía una ocasión inmejorable para volver a estar entre los cinco primeros en la clasificación, ya que durante todo el fin de semana había ido muy rápido en agua y el coche funcionaba muy bien. Fue un batacazo muy grande.

Aseguras haber demostrado que has llegado para quedarte. ¿Dónde está el secreto?

El secreto radica en tener un approach humilde porque cuando llegas a la F1 tienes todo un mundo por aprender. Después de ganar un campeonato como las World Series puedes pensar que ya lo sabes todo, pero cuando aterrizas aquí te das cuenta que te queda todo por aprender. Hay que saber escuchar a la gente, asimilar los consejos y las indicaciones y, sobre todo, confiar en uno mismo.

¿Ha sido fluida tu relación con Verstappen?

En Singapur se complicaron un poco las cosas, pero principalmente porque hubo un malentendido con el equipo y por cómo se manejó la situación en la prensa durante el fin de semana. Hubo algunas cosas que no me gustaron, pero se aclaró todo. No fue culpa de Max ni mía, sino cosas del equipo que no se hicieron correctamente. A partir de ahí, punto y aparte. Volvimos a tener la misma relación que antes de Singapur, de respeto mutuo y de llevarnos sorprendentemente muy bien. Y recalco sorprendentemente porque con la presión que nos cae a ambos encima sería muy fácil perder los papeles, criticarnos el uno al otro, chincharnos, pero hemos mantenido la compostura y nos llevamos francamente bien.

¿Ayuda a mejorar tener a su lado a un piloto del talento y la progresión de Verstappen?

Generalmente ayuda, aunque hay cosas que no. La gente quiere ver sangre nueva en la F1 y ambos hemos aterrizado este año y hemos creado una buena impresión. Se ve que la gente está contenta al ver a estos chicos nuevos que destilan desparpajo y que intentan hacerse un hueco como pueden en la F1.

Apuntas que eres mejor piloto que el que debutó en Australia.

No se puede cuantificar, es imposible. Lo único que sé es que ahora te puedo hacer una carrera mucho más completa, entendiendo mucho mejor el neumático, las estrategias, el coche y cómo conducirlo para generar sobreviraje o subviraje, entendiendo también todos los cambios que hay que ir haciendo durante la carrera y al final eso me hace un piloto mucho más completo de cara a la próxima temporada.

¿Está confirmado para 2016?

Para responder tengo que recordar las palabras de Franz Tost –director de Toro Rosso- quien ha asegurado que en la medida que el coche esté en la parrilla los pilotos van a ser los mismos. Será un año repleto de novedades en el que tengo depositadas muchas esperanzas.

Llegar a la Fórmula 1 era un sueño, ¿mantenerse?

Es más complicado todavía. De momento podemos decir que es una realidad, que el primer año ha sido positivo y que lo hemos pasado satisfactoriamente. Estar a estas alturas confirmados, prácticamente, era el objetivo.