Análisis a la nueva Fórmula 1

Las diferencias entre la F1 de 2016 y 2017

Las diferencias entre la F1 de 2016 y 2017 / Infografía SPORT

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Con el objetivo de aumentar la competitividad y mejorar el espectáculo, estamos ante la enésima revolución dentro de la Fómula 1.

Cambio drástico de ‘look’ en los coches

Los cambios se han hecho para crear coches más impresionantes y rápidos. Los tiempos por vuelta, con mayor carga aerodinámica, se reducirán drásticamente.

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El alerón delantero pasará de medir 1.650 mm a 1.800 mm, incrementando su tamaño. El trasero, por su parte, incrementará su anchura de 750 mm a 900 mm, mientras que la altura se verá reducida de 950 mm a 800 mm. 2017 también traerá cambios en el ancho de los neumáticos, pasando de 245 mm a 350 mm los delanteros, y de 325 mm a 405 mm los traseros. Las nuevas gomas, al ser más grandes, conseguirían un mayor agarre para mejorar los tiempos. Pirelli ha tenido un programa de 25 días de test extra para probarlos, que los ha utilizado solo con tres equipos: Mercedes, Red Bull y Ferrari.

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En cuanto al chasis, su anchura pasará a un máximo de 1.600 mm, mientras que en la actualidad el máximo es de 1.400 mm. También veremos en 2017 difusores de mayor envergadura, pasando de 125 mm de alto y 1.000 mm de ancho en 2016, a los 175 mm y 1050 mm. Además, el peso máximo pasa de 702 kg a 722 kg más los neumáticos.

El segundo gran cambio que se ha adoptado para 2017 hace referencia a los motores, cuyo cambio de normativa se aprobó durante el GP de Rusia y que afectan a tres áreas: los costes, el suministro y el rendimiento.

En 2017 el precio de cada unidad de potencia se reducirá en un millón de euros en comparación con 2016. En 2018 el precio anual del suministro se reducirá otros tres millones de euros. La reducción en el gasto de los trenes motrices se impulsará desde el Reglamento Técnico y Deportivo de 2017 y 2018, con una progresiva reducción del número de unidades de potencia por piloto y temporada.

Se asegurará, por otro lado, el suministro de motores a los equipos cliente, ya que el proceso de homologación incluirá una ‘obligación de suministración’ que se activará en caso de que un equipo se encuentre sin fabricante.

El nuevo acuerdo incluye un paquete de medidas que persigue alcanzar la convergencia de rendimiento. El sistema de tokens se elimina a partir de 2017. Para 2017 y 2018 se introducirán limitaciones al peso de partes del motor y restricciones en cuanto a dimensiones y materiales.

Tres pilotos nuevos y la baja de Manor

La ausencia de Nico Rosberg, flamante campeón en 2016, marcará el inicio de una temporada que está repleta de incógnitas. En el aspecto deportivo hay tres caras nuevas en la parrilla (Esteban Ocon, Lance Stroll y Stoffel Vandoorne) y la reducción de once a diez equipos por los problemas financieros de Manor. Esto cambiará, en primer lugar, el formato de calificación, puesto que en Q1 y en Q2 se eliminarán cinco pilotos en cada tanda en lugar de seis para llegar a la final con los diez más rápidos en pista.

Los cambios han ido más allá de la llegada de tres caras nuevas, todos ellos presentes en el paddock en 2016 como tercer piloto y reserva. El culebrón del invierno se desveló hace unas semanas con las confirmación por parte de Williams del fichaje de Valtteri Bottas, que será el sustituto en Mercedes de Nico Rosberg, quien se retiró después de ganar su primer título. Su posición en Williams ha sido cubierta por Felipe Massa, quien ya había anunciado su adiós, que tendrá como compañero al joven canadiense Lance Stroll, de 18 años.

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Lógicamente, por envergadura, ha sido el cambio más importante del año junto a la desaparición de Manor, que no ha podido sobrevivir al concurso de acreedores. Otros cambios que se han producido en la parrilla son la llegada de Esteban Ocon a Force India y la de Stoffel Vandoorne a McLaren junto a Fernando Alonso, pero también hay que destacar la llegada de Nico Hulkenberg a Renault, Kevin Magnussen a Haas y, por último, de Pascal Wehrlein a Sauber.

Liberty Media y la caída de Ecclestone

Bernie Ecclestone ha terminado su etapa como jefe supremo de la F1 y sus nuevos propietarios, la compañía estadounidense Liberty Media, ha nombrado a tres responsables en el organigrama de gestión: Chase Carey, que se convierte en presidente y director ejecutivo de la categoría reina; Ross Brawn, que regresa al Mundial como director general de motor (o deportivo) y Sean Bratches, que es el director general de operaciones comerciales. 

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Liberty Media, que ha completado su adquisición de las acciones de la F1 por un total de 8.000 millones de dólares, ha repescado’ definitivamente a Ross Brawn, que en su día fue el ‘cerebro’ de Ferrari en la época dorada de los cinco títulos mundiales que encadenó Michael Schumacher con los de Maranello y después ganó el mundial con su efímero equipo BrawnGP y Jenson Button, antes de fichar por Mercedes para sentar las bases del actual equipo campeón, antes de anunciar su retirada de los circuitos en 2013.

El objetivo de Liberty Media es abrir la Fórmula 1 a los aficionados, mayor proximidad al mercado digital, renovar su imagen y mejorar el espectáculo en pista.