Seis copas como coartada para justificar lo injustificable

El año 2009 no lo podrá olvidar nunca ningún barcelonista. El FC Barcelona hizo historia ganando los seis títulos que estaban en juego. Un hito increíble pero que, ahora, algunos, intentan utilizar para justificar lo que parece a todas luces injustificable.

Porque los defensores del pésimo papel del equipo está temporada utilizan esos seis trofeos como la coartada perfecta para justificar ese pésimo papel. Que si los barcelonistas están mal acostumbrados. Que si repetir ese éxito es imposible. Que no siempre se puede ganar.

Y ahí están haciendo trampa. Porque todos sabemos que es muy muy difícil que se repita eso. Muy, muy, muy difícil acercarse a eso. Que el deporte tiene esas cosas, que a veces ganas y a veces pierdes. Todo eso lo sabemos. Pero eso no debe servir como coatada para dejar de buscar el éxito. Dejar de esforzarse. Para renunciar de entrada al éxito.

Eso es lo que está pasando. Se ha perdido la cultura del esfuerzo. No se trabaja como se trabajaba. Se puede vivir de rentas como excepción, pero no como norma. Por muy bueno que seas, si no trabjas, al final lo acusas.

Y ahí, como escribí ayer, no se salva ni el Tato ni el Tata. Los jugadores, por impulsar esa nueva cultura. El Tata por permitirlo. Y la directiva por, como en los mejores tiempos de Txiki Begiristain, ir mirando al Teletexto para no tener que tomar decisiones.