SIEMPRE DE CARA

Bartomeu calla, Lucho otorga, todos ganan

El tridente Messi-Neymar-Suárez brilló en aquel 3-1 del Barça al Atlético

El tridente Messi-Neymar-Suárez, titular de nuevo / sport

Tomàs Andreu

El silogismo del Barça 2015 invita a una pequeña reflexión. A estas alturas no estamos para dogmas de fe pero sí para constatar hechos que parecen irrefutables. Vayamos con él. Cada vez que el presidente Josep Maria Bartomeu no ejerce el papel de bombero, justificando o desmintiendo 'movidas internas', y Luis Enrique se limita a manifestar una y otra vez que él no alimenta polémicas, el barcelonismo respira tranquilo, ¿por qué? Porque es sinónimo de victoria en 2015. El equipo anda como un tiro, las estrellas han recuperado el brillo perdido en el primer tramo de la temporada y la prensa centra su punto de mira en las bondades de una escuadra que ahora sí encandila a su afición.

No se trata de amordazar a nadie y mucho de menos de vaciar de contenido las ruedas de prensa de Luis Enrique. Faltaría más. En el fondo solo se constata la necesidad de aplicar sentido común y prudencia. Con ambas virtudes, las declaraciones faltando a la verdad para esconder ‘pecados internos’ o los mensajes forzando pulsos innecesarios en el vestuario quedarían en un sinsentido.

Manda narices que ahora echemos de menos las comparecencias de Andoni Zubizarreta toreando como un campeón los finales de partido. O realcemos el discurso de un entrenador que elogia a su plantilla y deja su rostro tenso en el vestuario cada vez que se mide a la prensa. Estúpido, sí; cierto, también.