EL TRIPLE

El Barça y el Madrid amplían su condición de favoritos

Juan Carlos Navarro, en una imagen de archivo

Juan Carlos Navarro, en una imagen de archivo / IGNASI PAREDES

Nacho Solozábal

PRESUPUESTOS. Una temporada más, las dificultades económicas de los equipos han provocado que los dos grandes vuelvan a reeditar su superioridad. Pablo Laso, que continúa cuestionado, ha podido reemplazar la marcha de Mirotic 'pescando' a Nocioni del Baskonia, y apuntalando con Maciulis posición de 'cuatro'. Es decir, suma para los suyos y debilita al resto. Algo similar sucede con el Barça. El adiós de Sada, Dorsey, Papanikolaou o Lorbek no serán un problema para Pascual ya que Satoransky, Doellman o Pleiss garantizan calidad y eficacia. Otra vez un poco más de lo mismo, ya que los blaugrana se refuerzan y dejan al Laboral Kutxa y al Valencia sin varios de sus referentes. Ello no quiere decir que los 'eternos' aspirantes -Baskonia, Unicaja y Valencia- no hayan moldeado buenas plantillas. Pero mucho me temo que, aunque serán capaces de completar un buen año, siempre irán un paso por detrás de blaugranas y madridistas. Es la ley del mercado.

DESEOS. La Liga Endesa necesita ganar en espectacularidad. Sin duda ello depende de muchos factores, pero creo que estaríamos de acuerdo en que sería muy positivo que los equipos se confabularan para que los partidos acabaran con marcadores abultados. El tramo final de la pasada campaña fue apasionante, Las semifinales de play-off entre Barça-Valencia y Real Madrid-Unicaja nos depararon un basket de gran nivel y abundancia de puntos. Y tuvieron además una rúbrica inolvidable en una final entre Barça y Madrid épica y con una producción ofensiva nunca vista. Es obvio que este es el ejemplo a imitar. Por descontado que el nivel de calidad de los equipos puede marcar su capacidad anotadora. Y, por tanto, no todos tienen la misma facilidad para ver aro. Pero, tan cierto como lo anterior, es que hay ciertos entrenadores que tienen tendencia a ser poco arriesgados y apuestan por un juego más controlado. Necesitamos un basket alegre porque sólo así la competición saldrá ganando.