Garbiñe Muguruza se queda sin ninguna opción en Singapur

Garbiñe Muguruza ha visto desaparecer cualquier opción de avanzar a semifinales de las Finales WTA tras su segunda derrota en Singapur. Agnieszka Radwanska la ha superado por 7-6 (1) y 6-3 en una hora y 36 minutos cerrándole las puertas a la hispano venezolana, como hizo hace doce meses aunque entonces en 'semis'.

Un K.O. que, por contra, sitúa a Svetlana Kuznetsova en semifinales. Precisamente la rusa será la última rival de Muguruza en este torneo de 'maestras'. Será el viernes. Oportunidad de Garbiñe para intentar no terminar con su casillero a cero. Aunque la confianza la tiene por los suelos ya que los resultados no están acompañando, todo lo contrario que 'Sveta'.

Del enfrentamiento entre Agnieszka y la checa Karolina Pliskova saldrá la otra semifinalista del Grupo Blanco.

Las prisas son malas consejeras. Y Garbiñe ha sido víctima del juego de la polaca, esa telaraña que tan bien sabe tejer Radwanska, con el que atrapa a las rivales. "Te hace pensar. Cubre muy bien toda la pista, lee y se anticipa muy bien a las jugadas y tiene golpes increíbles", ha admitido Muguruza. Pero la tenista caraqueña también ha sido víctima de su propia ansiedad. 

Cada vez que ha llevado la iniciativa Muguruza se ha acelerado. Ha sucedido en el primer set, en el que ha remontado un 4-2 adverso para servir para ganar la manga (5-4). Ese 'break' ha pesado demasiado en el ánimo de Garbiñe, en especial, en una 'muerte súbita' que se le ha escapado demasiado rápido.

Su entrenador, Sam Sumyk, la alentaba a seguir siendo agresiva pese a que se sucedían los errores (en total, 37 de la caraqueña por 12 de la polaca). Y Garbiñe se ha aplicado en los primeros compases del segundo parcial, sorprendiendo a Radwanska: ha salvado un punto de 'break' en contra en el juego inicial y ha roto el saque de Agnieszka en el siguiente.

Sirviendo con 2-0, de nuevo los nervios, la ansiedad... y la precipitación. Sólo le quedaba una actitud luchadora para intentar dar la vuelta a la situación. "Estoy luchando todo lo que puedo", respondía a Sumyk cuando el técnico ha vuelto a bajar a pista para intentar animarla.

"Pues hay que ganar o perder de esta manera", ha apostillado Sam. 

En cuanto ha visto desaparecer la ventaja, Muguruza se ha ido viniendo abajo. Lo contrario que Radwanska que ha ido a por la victoria tras situarse 5-3. Garbiñe ha servido para sobrevivir... pero la sentencia ya estaba dictada.

El viernes, duelo de trámite. Aunque para Muguruza estaría bien cerrar el año en el que ha ganado su primer título de Grand Slam con buen sabor de boca.