El Celta sigue vivo en Europa tras una carambola mágica

Guidetti celebró así su gol en Atenas que abrió el triunfo del Celta

Guidetti celebró así su gol en Atenas que abrió el triunfo del Celta / AFP

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El Celta necesitaba una carambola para seguir vivo en Europa y la consiguió. Gracias a Guidetti y gracias al Ajax. En Atenas, el equipo de Berizzo cumplió con creces, a la espera de que acabara el partido del Standard en Lieja. Al final, respiro. Diez años después, el equipo olívico juega otra vez los dieciseisavos de final de la actual Europa League.

90172

Europa League

0
2
Alineaciones
Panathinaikos
Steele; Mesto, Moledo, Ivan Ivanov, Chouchoumis; M'Poku, Zeca, Lod (Koutroumbis, 83'), Wakaso; Rinaldi (Ibarbo, 60') y Villafáñez (Leto, 70').
Celta
Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Wass (Marcelo Díaz, 63'), Pablo Hernández; Orellana (Pione Sisto, 82'), Bongonda y Guidetti (Sergi Gómez, 90').

El Panathinaikos no se jugaba absolutamente nada. Únicamente la honrilla, ya que el conjunto griego ya estaba fuera de combate. Pero no tuvo opciones porque el Celta acabó con el poco misterio que tuvo el partido cuando John Guidetti remató un centro de Hugo Mallo desde la banda derecha.

Fue una de las dos ocasiones más claras de una primera parte que, como el resto del partido, no tuvo apenas historia. La otra la firmó un Radoja inconmensurable en el centro del campo, con un disparo desde fuera del área que se marchó desviado. El Celta vivió cómodo ante un rival inofensivo, que apostó por la dupla argentina Rinaldi-Villafáñez pero queapenas inquietó a Rubén Blanco.

regalo del ajax

La comodidad celtiña creció cuando se conoció la noticia de que el Ajax se adelantaba en Bélgica. La carambola se estaba certificando, aunque quedaba por delante una segunda parte en la que los de Berizzo siguieron conteniendo las escasas subidas de los atacantes del Panathinaikos, con el exespanyolista Wakaso solo en su porfía por la banda, sin encontrar complicidad en los puntas.

Los minutos pasaban y el Panathinaikos renovó su ataque, entrando primero Ibarbo y después Leto por Rinaldi y Villafáñez, respectivamente. Berizzo solo había reemplazado a un tocado Wass por Marcelo Díaz antes de cerrar definitivamente el partido.

Fue después de que el defensa del conjunto heleno Rodrigo Moledo decidiera chutar al escudo de la camiseta de Guidetti en lugar del balón. El letón Treimanis no dudó ni un milisegundo en pitar un penalti que el chileno Orellana transformó engañando a Steele.

INQUIETUD FINAL

Sin embargo, los últimos instantes se llenaron de incertidumbre por un atisbo de reacción del Panathinaikos que se quedó en eso, en atisbo. Y, sobre todo, por el empate del Standard que hacía desempolvar la calculadora. Si los belgas marcaban dos goles más, el Celta podía quedar fuera. La expedición olívica estaba más pendiente de Lieja que de Atenas, pero al final todo quedó en un susto.

Abrazos sobre el césped del Apostolos Nikolaidis y sensación de satisfacción cuando el árbitro pitó el final. El Celta completó el pleno español y ya espera rival en los dieciseisavos de final, sabiendo que jugará el partido de vuelta lejos de Balaídos. Pero ese factor campo es lo de menos. La carambola sonrió a los de Berizzo, que siguen vivos en Europa.