El Celta resiste en Genk y se mete entre los cuatro mejores de la Europa League

Los jugadores del Celta celebran la clasificación para las semifinales de la Europa League 2016-17

Los jugadores del Celta celebran la clasificación para las semifinales de la Europa League 2016-17 / AFP

Fernando Baquero

Fernando Baquero

El Celta se clasificó por primera vez en su historia para unas semifinales europeas. El equipo vigués hizo buena la ventaja (3-2) que había conseguido en Balaídos y tras empatar (1-1) esta noche en Genk en un intenso partido de vuelta estará este viernes en el bombo que sorteará la suerte de los últimos cuatro supervivientes de la Europa League 2016-17.

La histórica clasificación gallega comenzó a certificarse cuando Pione Sisto (63') adelantó al equipo de Eduardo Berizzo y, aunque Trossard puso emoción sólo dos minutos después, el cuadro belga no supo encontrar el camino para hacer un segundo gol que le habría dado el pase.

Genk y Celta ya habían mostrado todas sus cartas en Balaídos y aquel 3-2 permitía especular a los vigueses pero no obligaba a los belgas a tomar demasiados riesgos porque un 1-0 le hubiera bastado. Al previsible ímpetu inicial de la escuadra flamenca, el Celta opuso un fútbol más pausado pero con rápidos y verticales acercamientos al área local. La velocidad de los atacantes celtiñas, en especial de Pione Sisto, dio muchos problemas al Genk pero, como en Vigo, el correcalles en el que ambos equipos convirtieron el encuentro hizo impredecible saber por dónde irían los tiros.

El Genk, con el sevillano Alejandro Pozuelo en la sala de máquinas, trató de hacer daño por las bandas y Trossard y Sammatta mostraron malas intenciones, aunque poco más, cuando pisaron el área de Sergio Álvarez.

Al contrario de lo que se esperaba, las ocasiones tardaron en llegar. Se demoraron pero cuando llegaron lo hicieron en casacada y todas en color celeste. Beauvue (43'), que dos minutos antes había reemplazado al lesionado Guidetti, pudo haber abierto el marcador en un envenenado remate que tapó como pudo el exguardameta del Valencia Mathew Ryan. En la misma jugada, Pione Sisto no encontró la escuadra por milímetros y Aspas (45') volvió a meter miedo con un zurdado desde la frontal en la última jugada del primer tiempo.

Todo cambió tras el descanso. El Genk adelantó líneas y, tras otra ocasión de Beauvue (50') que abortó Ryan, la calma tensa que se respiraba en el Luminus Arena dio paso a una última media hora tormentosa. Pione Sisto (63'), el mejor jugador sobre el césped, acercó las semfinales a Vigo con un golazo en una exhibición de potencia pero Trossard, el más entonado de los belgas, respondió sólo tres minutos después para devolver la fe a la afición del Luminus Arena de Genk. 

La escuadra del holandés Albert Stuivenberg lo intentó todo en busca del gol que metiera en semifinales a su equipo. Incluso dio entrada a un defensa central, Dewaest, para jugar de ariete. El Celta tiró de oficio para no poner en riesgo la eliminatoria y, aunque se vivieron momentos de mucho nerviosismo entre algunos de los protagonistas, el acoso final del conjunto flamenco resultó absolutamente infructuoso. El Celta escribía la mejor página de su historia convencido de que su momento de oro aún está por llegar.