FC BARCELONA, 62 - REAL MADRID, 100

Hundimiento en Milán

El Madrid jugará su segunda final de la Euroleague consecutiva tras batir a un Barça desconocido en Milán

Sergio Vera

Solo pudieron verse cinco minutos de Barça en Milán. Fue lo que duró la imagen de un equipo serio, con las ideas claras y capaz de plantar cara al todopoderoso Real Madrid. A partir de entonces la debacle azulgrana hizo acto de presencia en el Mediolanum Forum. Pascual y los suyos fueron atropellados por una apisonadora que no tuvo piedad de un equipo que rozó el esperpento.

Marcelinho cogió las riendas del equipo en el inicio del encuentro con una buena puesta en escena del Barça. Se adueñó del ritmo y nutrió a Tomic ante un Madrid algo pasado de revoluciones y poco acertado. Cinco minutos. Solo cinco minutos fue lo que duró la luz que alumbró a los azulgranas. A partir de entonces, el salto fue al vacío y sin paracaídos.

Así llegó el apagón. Al Barça se le fundieron los plomos y se le apagaron las ideas con Huertas en el banquillo y Sada en pista. Sergio Rodríguez entró en acción y lideró un parcial de 8-23 que volvía a meter en la onda del partido a un Real Madrid cada vez más cómodo. El Chacho dio la respuesta, Rudy comenzó a entrar en juego y los errores en los tiros libres - 9/17 al descanso - comenzaban a lastrar cada vez más las pocas oportunidades de sumar con facilidad de las que disponía el Barça. Los azulgranas desaparecieron del partido. Faltaron ideas y acierto y ante tales circunstancias el Madrid no perdona. Y no solo eso, más allá de no perdonar decidió cebarse.

Cinco minutos sin anotar en el segundo cuarto fueron una losa demasiado pesada de la que el Barça se deshizo con un triple de Navarro . Aún así, Felipe Reyes tomó el mando con siete puntos prácticamente consecutivos que seguían manteniendo el Barça a remolque con Nachbar y Lorbek incapaces de hacer frente al juego en el poste del capitán blanco. Pascual buscó soluciones ofreciendo el mando de la nave a un desacertado Pullen pero una última reacción de Oleson y Tomic frenaron la sangría y enviaron al Barça con vida al descanso (37-45).

De poco sirvió porque los blancos sacaron su arsenal en este tercer cuarto para golpear una y otra vez sin descanso al equipo de Pascual. El conjunto de Pablo Laso mostró su mejor versión y hundió a los azulgranas en veinte minutos para el olvido. Tomic se quedó como único argumento ofensivo y el Madrid tiró de inspiración, determinación - 5 triples anotados en estos diez minutos - y velocidad para penalizar las pérdidas de balón azulgranas consiguiendo un 47-73 (min.30) que dejaba el encuentro visto para sentencia ante un Barça desdibujado, jugando a la desesperada y víctima de un Madrid desatado liderado por la dupla Mirotic-Rodríguez.

El último cuarto fue un monólogo de baloncesto de un equipo que se gustaba remando con el viento a favor, disfrutando de la herida abierta en su eterno rival y dando buena muestra del estilo con el que ha maravillado al baloncesto europeo durante toda la temporada. Enfrente el Barça sufrió la agonía de aquel que sabe que ha perdido una enorme oportunidad de la peor de las maneras. Una pesadilla que no entraba en los planes ni de los más pesimistas. 

La derrota más abultada de toda la historia del Barça en Europa llegó en el peor día y ante el peor rival. Ahora los blancos quieren tocar la gloria ante el sorprendente Maccabi. El cielo está a solo un paso. El Barça deberá viajar al 'infierno' para jugar el partido que nadie quiere jugar ante el CSKA Moscú por el tercer y cuarto puesto. Así es la Final Four. La aventura en la Euroleague del FC Barcelona finaliza aquí.