Zalgiris Kaunas, 72- FC Barcelona, 83

El Barça se siente fuerte en su versión europea

El FC Barcelona sumó su sexta victoria seguida en Euroliga y tiene prácticamente asegurar la segunda posición de grupo...y aún no descarta luchar por la primera. Ante un duro Zalgiris Kaunas, los de Xavi Pascual tiraron de carácter y acabaron imponiendo su juego colectivo

X. Martínez Olivar

Sin lugar a dudas, la Euroliga es un bálsamo para el FC Barcelona. Mientras en la Liga Endesa su imagen lejos del Palau es de pura inconsistencia, en Europa, el colectivo de Xavi Pascual se muestra capaz de sobreponerse a ambientes adversos, a rivales correosos para seguir sumando. Ocurrió en Atenas, Belgrado y también en Kaunas.

Ante el Zalgiris el equipo barcelonista sumó su sexta victoria consecutiva que le permite tener casi asegurada la segunda plaza final...y no descartar aún -aunque esté difícil- el primer puesto que ostenta el Madrid. De hecho, muchas de las opciones pueden quedar clarificadas en el duelo entre Madrid y Maccabi de este viernes. Si ganan los blancos, el Barça ya será matemáticamente segundo. Si vence el conjunto hebreo el Barça tendrá la opción de arrebartarle la primera posición en la próxima jornada donde los madridistas visitan del Palau.

Del duelo de ayer decir que el FC Barcelona, tras unos inicios dubitativos (8-6), supo hacerse con las riendas del encuentro pese al lastre de las pérdidas de balón. A medida que fue aumentando la intensidad atrás, los barcelonistas fueron abriendo brecha porque en ataque siempre encontraron soluciones. Primero de la mano de Pleiss y Thomas, luego de Abrines, por momentos de Navarro y luego de Tomic y Satoransky. Una producción colectiva que pesó más que la de un Zalgiris donde James Anderson (24 puntos) monopolizó casi siempre los biorritmos de su equipo.

En ese escenario, el duelo se fue moviendo como un acordeón. A cada tirón del Barça (28-33) respondía el Zalgiris (33-42 al descanso). Un escenario que se acentuó en la continuación (41-49, 45-60). La máxima expresión del dominio de los barcelonistas llegó con un 47-63 en la recta final del tercer cuarto.

Pero ni así pudo respirar el FC Barcelona porque los lituanos, a base de dureza atrás, el inefable Anderson y la aparición de Songaila obligaron a su rival a mantener la máxima tensión (60-69 y 66-75). Pero el Barça, a diferencia por ejemplo de lo que pasó el pasado domingo en Valencia, no perdió la compostura, supo aceptar la pelea que le ofrecía su rival y mantuvo un margen de seguridad para acabar sumando un nuevo triunfo en este Top 16.