PORTUGAL - ESPAÑA (20:45, T5)

¡A por la final de la Eurocopa!

Faltan solo dos pasos para la gloria. El primero lo debe dar La Roja esta noche ante Portugal

Portugal y España se juegan un puesto en la final

Portugal y España se juegan un puesto en la final / sport

Enviados Especiales

La semifinal del morbo está servida. Si hace dos días ya avanzábamos que el España-Portugal sería una especie de Barça-Madrid por sus jugadores más emblemáticos, por el estilo de juego, por las deudas pendientes que hay entre algunos de los barcelonistas y madridistas que estarán sobre el terreno de juego, ahora la cosa ya no puede estar más clara. Y es que la selección portuguesa, que actuará como local en este partido, ha renunciado a su equipaje rojo habitual porque prefiere ir de blanco... ¡Más Madrid, imposible! Y ello permitirá a España ser La Roja en el más estricto sentido de la expresión.

No es un detalle banal. Portugal y el Madrid tienen muchas cosas en común, la principal, Cristiano Ronaldo, el crack que imprime un estilo de juego en el campo y una personalidad singular fuera de los terrenos de juego. Para lo bueno y para lo malo su influencia es total en ambos casos. Sus condiciones futbolísticas obligan a sus equipos a desarrollar un fútbol directo que alimente su velocidad y remate. Y, por otra parte, su carácter influye decisivamente. Así que sobre el césped del Donbass Arena de Donetsk veremos el estilo Barça de La Roja y el estilo Madrid de la `blanca¿, a los jugones Xavi, Piqué y Cesc y a los peleones Pepe y Coentrao al servicio del individualismo de Cristiano.

Del Bosque está convencido de que Portugal será el primer rival en esta Eurocopa que no cambie su forma de jugar para enfrentarse a España. Le espera como lo que es, fuerza, velocidad y contraataque. Tampoco él cambiará, eso no lo haría por nada del mundo. España es toque, control y búsqueda de espacios. Cada uno juega de acuerdo a las características de sus jugadores y en este caso son muy definidas.

El factor psicológico también será muy importante. La Roja está supermotivada para acercarse a la triple corona, ese hito histórico que la situaría como la selección más grande jamás conocida. Pero hay otros factores motivantes. Las últimas declaraciones de Cristiano Ronaldo, en las que tildaba a los españoles de poco menos que quejicas por hacer la observación de que tendrán dos días menos de descanso, todavía les ha enrabietado más. Y ya solo faltó que ayer se denunciaran desde la concentración lusa maniobras de Villar en la designación arbitral, para calentar absolutamente los ánimos.

La semifinal se presenta apasionante. Por un lado, el campeón, el que busca el triplete Europa-Mundo-Europa. Por el otro, un aspirante que con un equipo hecho alrededor de Cristiano Ronaldo sueña con conseguir lo que nunca, ni en los tiempos del gran Eusebio, ha conseguido. Jugó la final del 2004 en casa, eso sí, pero sufrió una terrible humillación ante Grecia. Por cierto, de esta edición de la Eurocopa colea una deuda pendiente que España se quiere cobrar, su eliminación en la fase de grupos. Y aún hay otro motivo para la revancha, el 4-0 que La Roja encajó en Lisboa en un amistoso tras el Mundial 2010. Busquets todavía recuerda la patada que le dio Cristiano y su lamento público por no haberle cazado mejor. Lo dicho, la selección de Vicente del Bosque no puede estar más motivada: La triple corona y bajar los humos a Cristiano son dos retos apasionantes.