Eurocopa 2016

Francia, a los pies de Griezmann

Tres minutos mágicos de Antoine Griezmann decantaron un partido que se le complicó de mala manera a Francia en la primera mitad

Miki Soria

La que tiene, la mete. Antoine Griezmann volvió a demostrar ante Irlanda que la selección gala, más allá de jugar en casa y tener un bloque sólido, necesita de la magia del delantero del Atlético, un jugador descomunal que ha crecido los dos últimos años a las órdenes de Simeone y que ha demostrado que es capaz de ponerse a las espaldas el peso de todo un país.

Un país que estuvo en vilo durante los 56 minutos en los que la sorprendente Irlanda de Martin O’Neill estuvo por delante en el marcador, gracias a un penalti absurdo de Pogba que convirtió Brady en el minuto dos de partido.

Fue un inicio inesperado  pero que puso de manifiesto el buen concepto futbolístico que tienen los verdes. Bien plantados sobre el césped del Parc Olympique Lyonnais, se encerraron bien, multiplicándose en defensa, tapando los espacios para hombres como Pogba o Matuidi y aguantando las embestidas francesas en la primera mitad. Incluso tuvieron alguna ocasión para ponerse 0-2 por delante si no hubiera sido por Lloris, salvador en una buena acción de McLean.

En la segunda mitad Francia arrancó más inspirada, Griezmann en la posición de ‘10’ y el esfuerzo titánico de los irlandeses acabó pasando factura en cuanto se abrió la lata. Un centro medido de Sagna desde banda derecha lo remató al fondo de la red Griezmann con un cabezazo perfecto. El más bajo de la clase volvía a ver portería con la testa, como ante Albania, y daba aire a los suyos, que terminaron por venirse arriba con el segundo tanto, tan solo tres minutos después.

Un pase largo hacia Giroud lo cedió atrás el delantero del Arsenal para la entrada de Griezmann. El ‘principito’ controló en la frontal y superó a Randolph por bajo desatando la locura en Lyon.

El tanto desarboló completamente a Irlanda, que se quedó sin poder de reacción cuando en el minuto 65 Duffy fue expulsado por derribar precisamente a Griezmann. Los de O’Neill se vinieron abajo y Francia no necesitó nada más para llevarse la victoria. Ni siquiera que un buen tiro de Gignac que se estrelló en el larguero entrara. Griezmann lo había hecho todo.