eurocopa 2016

Casillas, en un segundo plano con España

David de Gea no tiene motivos para temer por su puesto. El propio Iker Casillas ha dado un paso al lado y en los entrenamientos se percibe que no tiene la más mínima fe de jugar. Eso sí, su comportamiento con el grupo es irreprochable 

Casillas, lejos de los focos

Casillas, lejos de los focos / sport

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El espíritu competitivo ha quedado aparcado para Iker CasillasLa gran decepción para el jugador llegó antes del debut en Toulouse cuando Del Bosque se decantó por David de Gea. Casillas tenía esperanzas reales de ser titular y la decisión de Del Bosque le llevó al absoluto desencanto.

Iker vio que la apuesta del salmantino por el portero del Manchester United era muy sólida y no la cambiaría a lo largo del torneo. El seleccionador prefirió a De Gea, pese a la inestabilidad emocional que podía sufrir por las acusaciones de<strong> supuesto abuso sexual</strong>. La confianza del técnico en el ex del Atlético era máximo, por lo que Casillas decidió encarar el resto de la Eurocopa con pausa.

Su objetivo fue fomentar el buen ambiente del grupo como capitán. No tuvo ánimo para rebelarse y demostrar en los entrenamientos que Del Bosque se había equivocado y podía confiar en él. En las sesiones no se le ve con la ansia de quien se está jugando el puesto. Se prepara a su ritmo demostrando que no tiene excesivos alicientes. Su papel es mucho más importante cuando acaban las sesiones en las muchas horas que los futbolistas pasan en el hotel de concentración. Es entonces cuando Casillas está más pendiente de los compañeros y los anima para conseguir el objetivo de seguir avanzando en la Eurocopa. En este sentido, ha tenido gestos evidentes como ser de los primeros en saltar al campo tras las victorias para abrazarse con los compañeros o consolarlos después de perder con Croacia.

También actúa de motivador como ocurrió con Nolito, cuando le picó para que marcara su primer gol frente a Turquía. El andaluz se lo agradeció corriendo hacia él para dedicarle el tanto. Casillas es consciente de que está viviendo sus últimos días con la selección. Cuando acabe el torneo podría anunciar su adiós definitivo para centrarse en el Oporto. Iker podría hacer suyo el discurso de Pedro, pero no lo pronunciará. En Francia no ha hecho declaraciones ni concedido entrevistas. No quiere dar motivos para el debate y solo desea seguir viviendo muy tranquilo.