España se juega el billete para la final ante Eslovenia

Randolph, Dragic y Doncic son los tres referentes ofensivos de la selección eslovena

Randolph, Dragic y Doncic son los tres referentes ofensivos de la selección eslovena / AFP

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

La selección española afronta el penúltimo paso de cara a reeditar el oro europeo. El conjunto de Scariolo se mide en semifinales este jueves (20.30 h.) a Eslovenia‘verdugo'de Letonia en cuartos de final y que como la selección española llega invicta a esta cita. Es este un territorio conocido para el combinado hispano, no en vano afronta su décima semifinal continental consecutiva. Algo que contrasta con los eslovenos que no llegaban a unas semifinales europeas desde 2009.

Sergio Scariolo y sus jugadores tienen muy claro que han de mantener sus señas de identidad y el hilo argumental en su juego: defensa sólida, velocidad de circulación en ataque y amenaza exterior. Todo ello aderezado por el factor diferencial sin duda en este Eurobasket: la capacidad influencia sobre las diversas facetas del juego de los hermanos Gasol en las dos mitades de la pista.

Las armas eslovenas

Hará bien España de no bajar la guardia por que enfrente tendrá a un rival de talento, que jugará sin presión, y con capacidad para producir con fluidez y defendar con inteligencia. 

El base de los Miami Heat Goran Dragic (21,9 puntos y 5,4 asistencias) ejerce de maestro de orquesta del colectivo que dirige el técnico asistente de los Utah Jazz Igor Kokoskov. A su vera tiene a dos viejos conocidos de la Liga Endesa: Los madridistas Luka Doncic (15,7 puntos, 7,7 rebotes y 3,1 asistencias) y el nacionalizado esloveno Anthony Randolph (11,3 y 5,7 respectivamente).Atención también a Klemen Prepelic, escolta del París-Levallois francés, que está promediando 12,3 puntos. Son los nombres propios de la renovación a fondo que ha realizado Eslovenia. 

Los eslovenos se definen por poner en práctica un juego fácil, directo y eficaz con un alto ritmo. Atrás, suplen las carencias con una defensa solidaria. En la pintura ejerce de referente el ‘center’ del Banvit turco Gasper Vidmar que promedia 9 puntos y 4,4 capturas.

Eslovenia acredita un 54,7% en tiros de dos y un 33% en triples con una media de 8,4 robos de balón (España firma 7,9) y una media de 89,7 puntos anotados por partido por 86,6 de España. Donde pierden la batalla los eslovenos es en el rebote (39,4 por 43,6 de España).

El conjunto español debe imponer, como ha sucedido a lo largo del torneo, la variedad de recursos en su plantilla. La llamada, no siempre con propiedad, segunda unidad puede y debe acabar marcando las diferencias a favor del combinado hispano. 

Agárrense, pues, que vienen curvas. España afronta un nuevo exámen a todo o nada con un premio jugoso: la posibilidad de plantarse en la gran final.