Tarde para reivindicarse con el socio

Las aguas vuelven a su cauce normal tras el brillante triunfo del pasado jueves, pero el 0-3 de Villarreal debe ratificarse hoy con una buena actuación contra el Athletic de Bilbao. Sergio González no quiso ayer hablar de venganza tras el cruel KO de Copa contra los vascos, pero sí reconoció que es una buena oportunidad para volver a conectar con el socio. Los tres puntos además alejarían los temores, tan habituales en una institución que suele autodestruirse, de relajación en los finales de temporada. 

El Espanyol-Athletic de esta tarde es el primer partido en Cornellà/El Prat tras la decepción del 1-1 contra el Elche. Un traspiés inesperado y doloroso que se vio compensando con la brillantez del jueves en Villarreal. La ilusión vuelve a instalarse en la sociedad perica, que con una victoria hoy saltaría a la octava plaza de la clasificación.  Sergio González dio ayer carpetazo al ‘lunes maldito’. “No hay que darle más vueltas”, dijo. “Todos hemos hablado donde teníamos que hablar y ahora es el momento de dar nuestra mejor versión y ganar”, añadió. Todos los intentos por intentar abrir aquella herida se encontraron con la negativa por respuesta. “No hay un partido que marquen un antes o un después. Esto es una competición de continuidad y a estas alturas nuestro objetivo es acabar lo mejor posible”, concluyó.

Sergio González da un margen de confianza al grupo que logró la victoria en Villarreal. Finalmente ha podido recuperar a Álvaro y Víctor Sánchez, aunque el centrocampista anda con molestias desde hace semanas. Repite bloque para superar a un Athletic que, recordemos, aún sigue rentabilizando su éxito en la Copa. “¿Venganza? No es la mejor palabra. Nos da rabia la eliminación y eso puede notarse. El equipo, eso sí, tiene ganas de revindicarse en casa y conectar con nuestra afición, aunque creo que nunca ha existido una desconexión”, señaló.

El entrenador es consciente que hoy se les presenta una gran oportunidad para zanjar cualquier polémica o duda que exista en torno al rendimiento del equipo. “Tras un buen resultado todo es mejor, pero nunca hay que ser extremista para valorar el trabajo de toda la temporada. En ningún momento se ha perdido las ganas, la intensidad o el fútbol. Ojalá todos fuéramos de la mano, pero es imposible y ahí es donde mentalmente debemos ser fuertes”, avisó.

Valverde, por su parte, llega sin Aduriz y Balenziaga, además de Minuain, pero consciente que el rival será muy peligroso. Le sorprendió, por su abultado, el 0-3 de Villarreal.