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Sergio García no se pone límites

El capitán está en su mejor temporada como profesional, pulverizando todos sus registros personales. Y, encima, ha asumido una gran responsabilidad en el vestuario

Juan Carlos Gracia

Sergio García vive el momento más dulce de su ya amplia y productiva carrera profesional. El delantero de Bon Pastor dio el pasado domingo un saltito más de calidad al igualar su mejor registro goleador en el fútbol profesional al firmar la duodécima diana en Primera División, igualando la marca que logró durante la temporada 2009/10 con el Betis en Segunda División. Sergio se ha convertido probablemente en la pieza más importante del equipo blanquiazul, lo que ha llevado al club ha plantearse muy seriamente la renovación de su contrato. Su continuidad es uno de los asuntos deportivos más destacados que los dirigentes espanyolistas tienen sobre la mesa pendientes de negociar en un futuro inmediato.

El capitán, recuerdan desde su entorno más cercano, está muy 'enchufado' desde el primer día de temporada e implicado, pese a la marcha de su amigo Verdú, con el actual proyecto blanquiazul. El protagonismo que ha mostrado durante la competición ha reforzado aún más sus ganas. Al mismo tiempo, el futbolista tiene un gran deseo de alcanzar un acuerdo que le permita renovar el contrato que finaliza el 30 de junio del 2015. Durante toda la temporada ha dado muestras sobradas de su compromiso con el Espanyol como cuando en el mercado de invierno descartó (ni llegó a estudiar) una gran propuesta económica del fútbol inglés. El de Bon Pastor, por contra, estudiará con mucho cariño la oferta que le presente el club y si entra en unos parámetros económicos correctos, firmará su continuidad.

Los números de Sergio García del presente campeonato liguero solo ratifican su importancia en el colectivo y el esfuerzo que, a priori, realizarán los rectores espanyolistas para atarlo. Es el único jugador de campo que ha jugado, y siempre de titular, todo lo que podía jugar. Sergio García es imprescindible para Javier Aguirre y su prolongación en el terreno de juego como capitán. El de Bon Pastor solo se ha perdido un partido -precisamente contra el Real Madrid, uno de los choques que más le ilusionaban- por sanción; algo que en el plantel únicamente ha conseguido Kiko Casilla, pero en la demarcación del guardameta es más habitual que eso ocurra.

Sergio es clave. Clave fuera y dentro de los terrenos de juego. "Está ejerciendo la responsabilidad de capitán perfectamente", explica una fuente del vestuario a esta redacción. Su detalle en el pasado derbi -recriminando a Jordi Alba su celebración tras el encuentro- es una imagen que gusta a los aficionados blanquiazules, pero se conoce poco, poquísimo, de la impagable labor que efectuaba de puertas hacia dentro con los compañeros. "Es un capitán cojonudo", añaden.

Pero lo más destacado por encima de todo en la gran temporada de Sergio García es, sin discusión, su aportación goleadora. El capi se ha convertido en un 'killer' en el más amplio sentido de la palabra. Sus doce goles, la mejor marca personal en Primera División, iguala el registro de la 2009/10 cuando jugaba en el Betis en Segunda División. "No se ha fijado un objetivo en concreto", dicen los que lo conocen muy bien. "Él entiende que tiene ahora seis jornadas por delante para seguir logrando goles y lo intentará en todos los partidos", añaden. ¿Y qué dice el protagonista? Pues precisamente eso. "No he pensado en una cifra determinante. Cuantos más, mejor", comentó ayer cuando abandonaba las instalaciones de Sant Adrià. Ahí, en la 'fábrica', un nutrido grupo de niños ingles, de una escuela de fútbol que ha estado unos días por Barcelona, esperaban pacientemente y con suma educación para obtener un autógrafo o una fotografía de Sergio. "Ya la tengo", exclamó un chavalito. El de Bon Pastor es una de las caras más exportables del actual Espanyol. n