Espanyol, 1 - Sevilla, 2

Esta vez la fe no fue suficiente para el Espanyol

La fiesta del 'bautizo' del nuevo campo acabó con una derrota, la primera de la era de Sergio González

Juan Carlos Gracia

La fe, las ganas, la ilusión... no fueron esta vez suficientes para remontar un partido que el Sevilla tuvo controlado en muchas fases. El equipo andaluz aprovechó los desbarajustes defensivos que encontró en un Espanyol que debe mejorar mucho y debe competir mejor. Es cierto, además, que Undiano Mallenco no fue el mejor aliado de los espanyolistas.

Las ausencias de David López y Felipe Caicedo obligaron a Sergio González a variar el sistema de juego. El traspaso del centrocampista catalán, que creará un problemón si no llega un recambio que de equilibrio en la zona ancha, lo cubrió el nuevo entrenador ubicando a Víctor Sánchez por delante de la línea defensiva; pero la mayor sorpresa de la alineación inicial fue ver a Stuani en la banda derecha, la posición que le ‘inventó’ Aguirre. Abraham era el compañero de Víctor y Salva Sevilla hacia de enlace a Sergio García en ataque. Del 4-4-2 se pasaba al 4-2-3-1, con un Espanyol valiente aunque desorganizado a la hora de presionar muy arriba y asumiendo muchos riesgos en defensa, que aprovechó el Sevilla para lanzar peligrosos contragolpe. El desbarajuste que mostró en algunos momentos el equipo local lo aprovechó el Sevilla para en el minuto 33 conseguir el 0-1. Bacca remató un centro raso y fuerte de Coke, en una acción donde el balón empezó en la banda izquierda y acabó en la derecha.

Antes del gol de Sevilla hubo también sus momentos importantes. El Espanyol pudo inaugurar el marcador en un contragolpe muy bien peleado por Montañés que acabó con un disparo de Sergio García (minuto 9) al palo, el rechace cayó a los pies de Abraham que remató fuera. Pero, sin discusión alguna, el protagonista de los primeros cuarenta y cinco minutos fue Undiano Mallenco. Tuve errores decisivos. En el minuto 6 no señaló un leve agarrón (pero agarrón) de Krychowich a Sergio García en el área; y, por último, volvió a pasar por alto una clara falta de Coke a Montañés en el minuto 44. Un penalti que hubiera podido cambiar todo.

Tras el descanso, el Sevilla hizo el 0-2 que parecía sentenciar, pero el Espanyol luchó, marcó su gol y buscó un empate que no llegó.