El Espanyol aprovecha los regalos del Granada

Xavi Canals

El Espanyol cerró la Liga Santander haciendo los deberes en Granada. El Espanyol aprovechó los errores del Granada para sumar tres puntos que le sitúan provisionalmente en octava posición, a la espera de lo que haga mañana el Alaves, en butarque, contra el Leganés, y el domingo el Eibar, en el Camp Nou, ante el Barça.

Si ninguno de los dos gana, el equipo de Quique Sánchez alcanzará su mejor clasificación desde la temporada 2010-2011, cuando fue también octavo de la mano de Mauricio Pochettino.

La diferencia es que suma siete puntos más que aquella campaña para un total de 56, un registro que no se lograba desde hace 12 años, cuando Miguel Ángel Lotína aupó al equipo perico hasta la quinta plaza con 61 puntos

Las cosas se pusieron muy pronto de cara para el conjunto blanquiazul. Los pupilos de Tony Adams saltaron al césped del Nuevo Los Cármenes hechos un flan y en siete minutos regalaron dos goles que encendieron los ánimos de la grada y allanaron el camino al Espanyol.

A los dos minutos, Leo Baptistao, se encontró con un balón en boca de gol tras un despeje defectuoso de Lombán. Y cinco después vio cómo Rubén Vezo se introducía el cueron en su propia portería, tras una cabalgada que inició en posición de fuera de juego.

Tan fácil lo vio el Espanyol que bajó la guardia. Y ello lo aprovechó el Granada para coger aire. Presionado por la bronca de su afición, los nazaries intentaron arreglar el desaguisado y pusieron cerco sobre la portería de Diego López, que inició un duelo particular con Pereira.

El portero gallego ganó el primer asalto con una buena parada, pero no estuvo muy acertado al segundo intento del portugués, Pereira se sacó de la manga un latigazo a la base del poste que se coló tras botar delante de Diego López.

El delantero del Granada lo volvió a intentar minutos después de falta directa, pero el meta del Espanyol respondió con una mano providencial.

Tan providencial como fue el descanso para los blanquiazules. El paso por los vestuarios enfrió el ímpetu local. Y Tony Adams puso su granito de arena retirando del terreno de juego al mejor de los suyos, Andreas Periera. El inglés, cómo no, se ganó la pitada de su afición.

Antes de ser relevado, Pereira volvió a toparse con Diego López... pero el Espanyol había vuelto a recuperar el pulso al partido y empezó a merodear la portería de Ochoa.

El primer aviso llegó en un remate al palo invalidado por fuera de juego. El segundo, en una buena intervención de Ochoa a disparo de Baptistao.

El tercer gol perico no llegó, pero el Granada se fue diluyendo ante el control blanquiazul, su propia impotencia y la presión de su público, que despidió con pañuelos a Uche.

El tramo final del encuentro fue un trámite que permitió al Espanyol cumplir su objetivo de meter presión a Eibar y Alavés.

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