Eric, la perla de 20 millones

Las tremendas cualidades técnicas y físicas de Eric Bertrand Bailly no pasaron desapercibidas para Emilio Montiagut cuando se desplazó a Burkina Faso a seguir una ‘operación triunfo’ que organizaba una empresa privada. Han pasado los años desde aquel casting futbolístico y la realidad, a día de hoy, es que el joven central de Costa de Marfil es una de las perlas más valiosas de la ‘fábrica’ perica en Sant Adrià. La cláusula de rescisión de Eric, con contrato hasta el 2018, es de 20 millones de euros. 

La explosión de Eric no ha sorprendido a los técnicos, especialmente al equipo que encabeza Jordi Lardín en la cantera, que desde el primer día vieron un valor seguro en el africano. Sergio González, el entrenador del primer equipo, ya dejó claro el día que accedió al cargo que consideraba a “Eric del primer equipo”. Es un futbolista, sin duda, que está llamado a ser un pilar en el futuro deportivo del Espanyol o, según como vaya el mercado, una venta que de oxígeno a la maltrecha economía blanquiazul.

El Espanyol tiene, de todas formas, atado y bien atado a Eric. Llegó siendo, como recuerda Montiagut, “cadete de primer año” con los derechos deportivos compartidos a partes iguales entre el club espanyolista y la empresa –Promoesport– que organizó aquella ‘operación triunfo’ en Burkina Faso. Con contrato, tras su última renovación, hasta el 2018, la cláusula de rescisión del defensa está fijada en 20 millones de euros, pero lo más importante es que el Espanyol tiene, contractualmente hablando, opción a adquirir un 30% más por 200.000 euros; una opción que puede llevar a cabo en cualquier momento pues no está sujeto a una fecha de ejecución. Montiguat reconoce que “fue una gestión de Antonio Morales en un momento en que consiguió que regresase de Costa de Marfil cuando estalló la guerra en aquel país”.

Los técnicos blanquiazules están convencidos que la aparición de Eric en el primer equipo no ha pasado desapercibida para otros clubs que están reuniendo información sobre el central. No hay que descartar, por tanto, que tarde o temprano llegue una oferta por ficharle, por eso ahora gana protagonismo e importancia aquella gestión que permite alcanzar el 80% de los derechos de un futuro traspaso.

Montiagut recuerda la incorporación de Eric al Espanyol . Bajo la coordinación de Antonio Morales, se desplazó a Burkina Faso “para asistir a lo que yo, cariñosamente, califico de ‘operación triunfo’. Una empresa futbolística organizaba un campus con 20 o 25 equipos y los chicos jugaban siempre con los mismos dorsales. Habían representantes del Sevilla, del Villarreal, del Racing de Santander, la Juventus, un ojeador brasileño que representaba a varios equipos... Me fije en dos jugadores, pero por un problema de papeles solo pudo venir Eric”, explica. “Me llamó la atención que, siendo cadete, ya tenía mucha planta, salida de balón, altura, rapidez, agresividad para jugar de central o medio defensivo”, añade Montiagut. “El trabajo que ha realizado en Sant Adrià, además, ha sido valiosísimo. Sus problemas tácticos los fue corrigiendo con el trabajo personalizado que realizaba con Dani Poyatos: tener situación, cuando salir o no salir”, comenta el extécnico espanyolista. “De juvenil ya se veía su superioridad... En el derbi tuvo un desparpajo como si llevase ya 50 partidos en Primera División”, dice satisfecho que la decisión que tomó hace años en Burkina Faso sea ahora una de las esperanzas del Espanyol, que está recuperando las buenas sensaciones en el fútbol base.