Balsámica victoria del Valencia a costa del Espanyol

Joan Pi

El Valencia logró frenar la sangría de malos resultados a costa del Espanyol, que no supo contrarrestar el mejor juego de los locales, sobre todo en el primer tiempo y que sólo en los compases finales del partido puso una marcha más y logró meter en apuros a los valencianistas.

Fue un espejismo el primer acoso blanquiazul, al minuto de juego, cuando Gerard Moreno intentó sorprender con un remate que salió fuera. La acción, en lugar de intimidar o crear nervios en el Valencia, espoleó a los de Voro que a partir de ese instante se adueñaron del balón y marcaron con cierta comodidad el ritmo del partido. A los seis minutos llegó la primera gran ocasión local, cuando tras un centro de Gayà por la izquierda lo despejó Diego López y el balón cayó en poder de Carlos Soler, cuyo remate lo salvó oportunamente David López en la misma línea de gol.

El Valencia fue encerrando al Espanyol en su parcela y los de Quique se veían en dificultad para recuperar el balón. La presión blanquiazul no era buena, ni lo suficientemente agresiva como para oponerse al juego cada vez más combinativo de los valencianistas. Faltaba intensidad. El medio campo ché tocaba y movía el juego con relativa facilidad ante la indolencia defensiva del Espanyol y los acercamientos del Valencia a los dominios de Diego López fueron aumentando de nivel hasta que en el minuto 17 llegó la acción del primer tanto local. Una buena jugada de ataque, con diversas paredes, terminó con un pase profundo para Nani, que midió su asistencia sobre la llegada de Montoya, cuyo remate fue inapelable para Diego López.

Estalló Mestalla, aunque esta vez de alegría, porque el gol venía a premiar el mejor juego de su equipo. El aliento de la afición ché fue creciendo a medida que con el paso de los minutos el Valencia se mostraba cada vez más superior al Espanyol, tanto en el medio campo como defensivamente, habida cuenta que el Espanyol no lograba enlazar dos pases seguidos ni inquietaba la portería local.

Esa tónica solo tuvo su excepción en el minuto 35, cuando el Espanyol realizó su mejor acción en ataque del primer tiempo. Sevilla Gerard Moreno combinaron en el medio campo y el delantero abrió a la banda izquierda para que Hernán colocara un centro al segundo palo. Allí recibió Álvaro Vázquez cuyo remate cruzado lo detuvo Diego Alves.

Fue el único acercamiento con cierto peligro de un Espanyol que estuvo demasiado contemplativo, esperando atrás al Valencia y buscando el contragolpe, que apenas funcionó, como única arma de ataque.

Se llegó al descanso y en la reanudación el Espanyol mejoró algo en su presión, con mayor intensidad, y complicó algo más el juego de toque valencianista que tan bien les había funcionado en el primer tiempo. Pero seguía con idénticos problemas a la hora de jugar el balón, sin capacidad para trenzar acciones largas.

La entrada de Melendo, y luego la de Reyes, mejoró este último aspecto y los blanquiazules lograron algún acercamiento al área valencianista. Melendo Gerard Moreno lo intentaron sin suerte y Jurado después buscó portería con un disparo con el exterior del pie.

La grada de Mestalla se había calentado con el árbitro tras haber sancionado éste con cuatro tarjetas amarillas a otros tantos jugadores del Valencia en un espacio de cinco minutos. Parecía que cierto nivel de nerviosismo se estaba apoderando de los locales. Sin embargo, cuando el Espanyol empezaba a estirarse, aunque tímidamente, llegó el mazazo del segundo tanto local. Una falta lateral cometida sobre Nani la ejecutó con intención Parejo de forma directa, forzando una intervención extrema de Diego López, cuyo rechace lo remató a gol en posición dudosa Santi Mina.

El tanto fue tranquilizante para el Valencia, que veía más cerca que nunca su cuarta victoria en la liga. Pero tuvo que sudar sangre hasta el final porque el Espanyol no dio por perdido el encuentro y en los compases finales mostró más convencimiento que en todo el tiempo anterior y se fue en busca del gol. Primero con un remate de Duarte tras un saque de esquina. Luego con varios centros peligrosos sobre el área de Alves y finalmente con el gol de David López en el 85', tras un doble centro de Reyes que remató de forma soberbia Gerard Moreno, obligando la apurada intervención de Diego Alves, cuyo rechace lo supo aprovechar el central espanyolista para reducir distancias.

Los nervios volvieron a Mestalla aunque finalmente los de Voro pudieron celebrar una victoria que debe ser balsámica para el valencianismo, mientras que el Espanyol deberá reflexionar sobre los motivos de su quinta derrota en la liga en un campo que, a priori, se había señalado como propicio para lograr algo más.