Primera prueba contra Haddadi y el campeón asiático

La selección española inicia esta noche (22.00 h) en Granada ante Irán, el largo camino del sueño mundialista. Una carrera de obstáculos con una meta muy clara: alcanzar la gran final del 14 de septiembre en Madrid. Pero para hacer realidad este objetivo habrá que ir escalando peldaños. El primero ante la selección iraní, actual campeona de Asia y que tiene en el exNBA Hamed Haddadi (2,18 y 28 años) y los aleros Nikkah Barami y Arsalem Kazemi a sus efectivos más destacados. Un equipo, sobre el papel, claramente inferior a España.

Pero los jugadores españoles, ya han dejado muy claro que no quieren caer en los peligrosos excesos de confianza. Creerse favoritos por aquello de jugar en casa podría ser algo letal. Y todos parecen ser conscientes de ello. El conjunto español afrontará su estreno con todos los que son con la única salvedad de Felipe Reyes al que, seguramente, se reservará por sus problemas musculares. El pívot cordobés explicó que “ya estoy casi bien del todo. Vamos a ver cómo evoluciona la lesión en la pierna hasta el partido. Pero lo que está claro es que no vamos a arriesgar por mucho que sea mi partido número doscientos con la selección”.

Por su parte Rudy Fernández cree que la selección española es “el equipo a batir” y al que “todo el mundo quiere ganar.Hay que dejar la presión a un lado” y “hacer bien las cosas” para “estar arriba” en el torneo.Rudy dejó claro que  “somos un equipo con mucho talento” pero que deben “seguir mejorando” porque “en todo se puede mejorar y se tiene que mejorar”.

El alero mallorquín considera que “ser agresivos en defensa” es lo que va a permitir a la selección “tener los partidos controlados” incidiendo en que “la defensa es lo importante en este equipo y en el baloncesto en general.Respetamos a todos los rivales, nosotros debemos saber que somos el equipo a batir, todo el mundo quiere ganarnos. Sabemos que tenemos un equipo competitivo, con jugadores con muchísimo talento y que podemos quedar campeones en casa”.Rudy pidió al equipo “dejar a un lado la presión, olvidarse de los comentarios de la gente y pensar que existe la oportunidad de jugar un campeonato en casa y luchar por él”.