PALABRA DE DIRECTOR

Supersábado para despejar incógnitas

Atlético y Real se la juegan en el clásico madrileño

Atlético y Real se la juegan en el clásico madrileño / sport

ERNEST FOLCH

Mucha atención a la jornada de hoy, uno de estos días apasionantes que pueden marcar la temporada. De las 4 de la tarde hasta cerca de las 11 de la noche, el culé estará en vilo casi siete horas pendiente de dos partidos que en realidad son uno solo. Porque hoy no solo se trata de ganar sino de descifrar al rival en la recta final antes del clásico: tan importante como la victoria es el mensaje que se lance. La primera clave es que el equipo se olvide del interminable parón de selecciones que para algunos ha sido muy intenso, y el grupo reme en la misma dirección para salvar otro posible virus FIFA. El segundo parón es tradicionalmente el menos dañino para los intereses del Barça, pero aun así hay que vigilar con la mochila que llevan encima los que han jugado en Sudamérica, porque tienen que tirar por separado de su selección y encima afrontan los viajes más largos y pesados. Era pues la jornada idónea para que Luis Suárez, sancionado, pudiera descansar y dar paso por fin a Paco Alcácer de titular. Lo anunció ayer Luis Enrique, siempre reacio a dar pistas sobre la alineación, con una clara intención de reforzar al ariete suplente que hasta hoy no ha tenido precisamente la suerte de cara. Por primera vez, Alcácer jugará de salida en su puesto natural y en un partido trascendente, y queda claro que será su gran oportunidad para reivindicarse.  El Barça tiene la ventaja de jugar antes y meter presión al Madrid en un derbi madrileño que Zidane afronta sin Morata y con Benzema muy al límite para poder jugar en condiciones. Es el día ideal para saber a qué juega el Madrid, un equipo que lleva meses refugiado en una muy buena racha de resultados, pero al que nadie ha sabido descifrar su juego, de tan plano como es. A dos jornadas del clásico sabemos muy bien cuál es el plan del Barça, pero en cambio casi no sabemos nada del Madrid, entregado a un resultadismo incierto en partidos de medio pelo. Llegados a este punto, Zidane tendrá que quitarse por fin la careta ante el Atlético y enseñar algunas de las cartas del clásico. Es pues un supersábado de fútbol que, además de influir decisivamente sobre el inminente Barça-Madrid, puede ayudar a despejar muchas incógnitas.