palabra de director

Reajuste de expectativas

Messi sigue siendo una pieza vital para el equipo en su reto de repetir la Liga

Messi sigue siendo una pieza vital para el equipo en su reto de repetir la Liga / sport

ERNEST FOLCH

En el Barça, la memoria produce a veces conexiones peligrosas. En la historia reciente, se hizo famoso un asado en la aciaga y breve era del Tata Martino, que terminó de manera sobradamente conocida. Tanto es así, que en el diccionario del Barça, la palabra “asado” es sinónimo de “tragedia”. Ayer la plantilla volvió a reunirse para generar confianza y un clima adecuado de grupo, y era inevitable que sobrevolara el fantasma de aquel anterior conjuro que terminó en debacle. Sin embargo, hay circunstancias que invitan ahora al optimismo. A diferencia de entonces, el equipo ha dado muestras esta vez de haber tocado fondo en su particular crisis y, a pesar de que el partido contra el Sporting no fue precisamente para tirar cohetes, se han emitido señales mucho más positivas de las que veíamos hace apenas quince días. Otro motivo para la esperanza es el estado de forma de Messi, que fue el mejor en el último partido, y que también ha dado muestras de haber salido del bache en el que entró en la aciaga racha negativa que dejó al equipo fuera de la Champions y sin colchón en la Liga.

De hecho, en el Barça parece estarse produciendo, en el equipo y en el entorno, un reajuste de las expectativas, que eran muy altas. Y, por cierto, justificadamente altas: basta con echar la vista atrás y darse cuenta de la euforia que se generaba cuando se batían todos los récords. Pero una vez se ha esfumado el sueño europeo, y el equipo descubre mucho tiempo después lo larga que se hace una semana sin jugar, toca valorar la importancia suprema de ganar la Liga, la competición que premia sin equivocarse al mejor equipo de todos. En la secuencia que va desde el clásico hasta el partido del Valencia se produjo una enorme decepción, fruto más del cómo se perdió que no de lo que se perdió, puesto que no hay nadie que pretenda ganarlo todo y siempre. Es un buen síntoma que la reunión de ayer fuera promovida por los capitanes, y es todavía mejor indicio que todo el mundo haya entendido que había que resituar el listón de exigencias de la temporada. Ahora solo toca trasladar los juramentos de la mesa al césped.