LA PAÑOLADA

De estrella a telonera

Sólo ganábamos Copas cuando no ganábamos nada

Sólo ganábamos Copas cuando no ganábamos nada / sport

Ernest Folch

Para entender hasta qué punto ha cambiado el Barça en las últimas décadas, basta con ver cómo miramos la Copa del Rey. Una generación creció con la esperanza de la Copa porque ya entendía que la Liga era inalcanzable, por no decir nada de la Copa de Europa, directamente una utopía. Muchos crecimos con el corte de mangas de Bernd Schuster en la Romareda de la final del 83 grabado en la retina, pero fue sólo al cabo de más de una década, cuando Cruyff bajó del cielo a la tierra, que nos dimos cuenta que aquellos trofeos que creíamos heroicidades habían sido en realidad victorias pírricas. Sin que entonces lo supiéramos la Copa del Rey no era nada más que nuestras migas en medio de una hambruna general. Sí, éramos especialistas en ganar aquella copa sencillamente porque éramos especialistas en perder las de verdad. Es posible que sus defensores tengan razón y que sea un trofeo que, a pesar de su desafortunado nombre, tenga su encanto y su innegable emoción, pero es inevitable que para muchos barcelonistas sea justamente el símbolo de lo que ganábamos cuando no ganábamos nada: es decir, un recuerdo casi traumático de, aquellos sí, los peores años de nuestra vida. El Barça tiene todavía más Copas (26) que Ligas (23), y no será hasta que se invierta esta estadística que podremos decir definitivamente que hemos vencido nuestro pasado. Es así que hay que entender la mirada un poco condescendiente con la que hoy miramos el encuentro de mañana: la Copa ha pasado de estrella a telonera y tenemos por suerte metas más altas. Sin embargo, que la veamos por fin como un título menor no significa que el partido de mañana no sea muy importante. Porque a una semana de la Champions una derrota en casa tendría un digestión peligrosa de cara al partido contra la Juve. A estas alturas de la historia no viene de una Copa de más ni de menos, pero en cambio ojo con las consecuencias de este partido. Hay muchas más cosas a perder que a ganar. Atentos.