LA PAÑOLADA

¿Un equipo de Champions?

El Barça es capaz de todo en Europa

El Barça es capaz de todo en Europa / sport

Ernest Folch

El resultado es el espejismo del fútbol. Es un vicio casi inevitable que el juicio sobre un partido esté condicionado por el marcador final. Lo reconoció Luis Enrique al final del partido contra el PSG: “El fútbol es un deporte que depende solamente del resultado”. Esta perogrullada es sin embargo una auténtica novedad en el Barça, un club hasta hace poco acostumbrado a priorizar el juego por encima de cualquier otro aspecto.

Pero no nos engañemos: este súbito y descarado ataque de pragmatismo se debe a que no hay ningún juego a donde agarrarse. El miércoles vimos asombrosas individualidades, desde Messi a Bartra, pero el hilo conductor que debería unirlas es todavía un misterio indescifrable, simplemente porque el plan cambia a cada partido. El desconcierto que vive el equipo tiene al menos la ventaja que acaba afectando también a los rivales, que observan a los azulgranas como si fuera un extraño paquidermo caído de Marte. Porque aquel Barça que tejía pacientemente los encuentros como una vieja costurera se ha dejado de tonterías y se ha entregado a la solución más vieja del fútbol: la famosa pegada. ¿Se acuerdan cuando usábamos esta palabra para hablar despectivamente del Madrid? Pues, curiosidades de la vida, nos encontramos exactamente en este punto. La gran paradoja es que nunca el Barça moderno había creado tan poco juego pero nunca había sido tan eficaz. 

Pero no hay mal que por bien no venga. Porque este Barça imprevisible y cambiante destinado a sufrir en un torneo de la regularidad como la Liga tiene de repente pinta de ser temible en la Champions, una competición que siempre ha premiado la efectividad por encima de la orfebrería. Asistimos a una curiosa y hasta hace poco impensable inversión de términos: el equipo construido para ganar la Liga se ve de repente más fuerte en la competición azarosa de las eliminatorias. Y es que soñar es gratis, al menos en la Champions. ¿Y si...?