Palabra de director

Cristiano no tiene plan B

Cristiano Ronaldo durante el Real Madrid - Athletic Club de LaLiga 2016/17 (2-1)

Cristiano Ronaldo durante el Real Madrid - Athletic Club de LaLiga 2016/17 (2-1) / sport

Ernest Folch

Hay un mantra muy repetido que dice que no tiene sentido dar premios individuales en un deporte colectivo. La teoría es impecable pero falla en la práctica: el fútbol es también el deporte de los ídolos, los cromos y las eternas discusiones sobre quien es mejor o peor, y por qué. El momento cumbre de esta diatriba es la concesión del Balón de Oro, el premio con más glamur por mucho que la FIFA lo haya abandonado. Ayer se dio a conocer la lista de los 30 finalistas, una lista extraña sin Piqué ni Busquets pero con Pepe. Más allá de las polémicas, está claro que estamos a punto de asisitir, un año más, a la escenificación de este partido individual de Messi contra Cristiano. Parece que el madridista es el favorito a pesar de que Leo es, con casi total unanimidad, el mejor jugador del planeta. Cristiano parte con ventaja este año por el palmarés, aunque se esconde que en la final de la Champions su penalti maquilló una actuación muy floja: precisamente se ha sobrevalorado la importancia del currículum para minimizar su discreta aportación en las grandes citas. Cristiano es un grandísimo competidor, y uno de los grandes atletas del fútbol, tiene unos números extraordinarios porque su facilidad goleadora es enorme, pero no nos engañemos, su valor futbolístico ha sido hinchado artificialmente para presentar como presuntamente real esta ficción de que compite con Messi para ver quién es el mejor jugador del mundo. La discusión llega este año en el peor momento de Cristiano, cuando aparecen los primeros síntomas de su declive físico. Messi, en cambio, ya hace tiempo que ha evolucionado su juego para adaptarse al momento en que su cuerpo ya no le de tantas prestaciones, y de ahí que a su recital goleador se sume su espectacular repertorio de asistencias. A Cristiano, en cambio, parece haberle pillado el toro, porque no tiene un plan B a su propio juego, al que se le ven las costuras cuando su cuerpo no está al cien por cien. Puede que Cristiano gane el Balón de Oro por los títulos que ha conseguido, pero ha perdido desde hace tiempo todas las comparaciones con Messi. Hace tiempo que no hay color sobre quien ha sido mejor en el pasado, ahora además no lo hay sobre quien lo será en el futuro.