palabra de director

El Barça se dispara en un pie

El Barça busca al miembro del jurado que filtró el nombre del ganador

El Barça busca al miembro del jurado que filtró el nombre del ganador / sport

ERNEST FOLCH

La mujer del César no sólo debe serlo, debe parecerlo. La noche el martes, el Barça se disparó un absurdo tiro en un pie con la ya famosa filtración sobre el ganador del concurso del Nou Camp Nou, que solo sirvió para sembrar de dudas un proceso que hasta aquel instante había sido impecable y democrático: gustara o no, en su día se propuso un nuevo estadio, se celebró un referéndum, se aprobó y se inició un concurso. Todo iba bien hasta las siete de la tarde del martes, en que se filtró el nombre del ganador… dos horas antes de que se reuniera el jurado para deliberar. En un club como el Barça hay que aceptar que hay muchas vías de agua por las que se escapa la información y muchos intereses que facilitan estas filtraciones: es de ingenuos como mínimo no comprenderlo. Pero lo que sucedió ayer no tuvo nada que ver con el periodismo ni fue ninguna fuga de información sino que sencillamente puso de manifiesto un fallo garrafal en el sistema de comunicación del ganador.

En la exposición de la última candidatura, esta se sintió estafada y el propio club valoró la posibilidad de aplazar allá mismo el concurso. Ayer se intentó arreglar el desaguisado con una comparecencia del directivo Jordi Moix por Rac1 y Catalunya Ràdio, y lo único que se consiguió es hacerlo más grande. El club decidió dar una explicación que no convenció a nadie: se nos dijo que no hubo tal filtración sino sencillamente atrevimiento de un medio, que se lo jugó todo a un 25 % de probabilidades a acertar, tratando a los periodistas que publicaron la información como si fueran jugadores de bingo. En lugar de dar explicaciones surrealistas, no hubiera costado nada reconocer el error, explicar exactamente cómo se puede saber el nombre de un ganador antes de la deliberación final de un jurado y pedir disculpas a las candidaturas que se han gastado mucho dinero para participar en este concurso. El día en que se anunciaba el proyecto ganador del Nou Camp Nou debería haber sido un día de plena alegría para el barcelonismo. Una pésima gestión de la información convirtió una fiesta en una verbena… de dudas.