Sobre el terreno

Pues sí, Messi y Argentina están en la mierda

La selección argentina está siendo un calvario para Messi

La selección argentina está siendo un calvario para Messi / sport

Emilio Pérez de Rozas

Ves el partido y te crees que es una broma. Ves el partido y te explican que es un clásico, bueno, qué, todo un superclásico y te tiras al suelo diciendo que te han robado. En serio, ¿de verdad esas son dos de las cinco mejores selecciones del mundo?, ¡venga, hombre! La local, la brasileña, esa que dicen inventó el fútbol, o casi, jugando ‘amarrategui’, en plan Real Madrid de José Mourinho y ustedes ya me entienden. Y eso que tienen al segundo mejor jugador del mundo. ¿Tercero?, vale, tercero. La otra, la visitante, que, decían, se jugaba la vida, ser o no ser, estar o casi no estar, en el Mundial de Rusia, al que, sin duda, asistirá Donald Trump, parecía un equipo de Regional español o argentina, da igual. Bueno, y esa, la albiceleste, tiene al mejor jugador del planeta, este sí, claro.

Y el partido, encima, se disputaba en nuestra madrugada con lo que hay que armarse de valor para verlo. Entero. Pero, sí, lo vi y casi lloro. No por Argentina, sino por Leo Messi. Ya he escrito en muchas de estas páginas que no acabo de entender la pasión, la devoción, que Messi siente por Argentina cuando ha pasado ya más de dos terceras partes de su vida en Barcelona. Y no lo digo en broma, no; entiendo, claro, que es su patria, que se sienta argentino por los cuatro costados, pero, si el Barça y Catalunya le tratasen la mitad de mal que le trata Argentina, ya se hubiese ido al City, ganando la mitad.

Y, cuando digo maltrato, no me refiero, no, solamente a las críticas absurdas, vergonzosas, que le han lanzado en los últimos años, sino a la alineación que, por ejemplo, confeccionó el tal Bauza, ese seleccionador que se queja de que el Barça no mima ni trata como debería a Messi. Al parecer, a Messi hay que tratarlo como lo trata el tal Bauza: despreciando su fútbol, rodeándolo de exfutbolistas y talonadores de rugby. Porque si el tal Bauza pretende ganar, o generar fútbol, juego, desequilibrio, oportunidades, con un centro del campo formado por Biglia y Mascherano, que dios, el que sea, le conserve el sitio porque va a durar menos que un caramelo en la puerta de un colegio.