Señor Bauza, las inyecciones de Messi las pagó el Barça

Esto empieza a complicarse, a ponerse feo. Y no hablo, no, no, del ‘caso Neymar’, que hasta que no acaben con el muchacho, con su padre, con el Barça, con su fantasía, no pararán, los unos y los otros. No. Hablo del fútbol, que está tomando unos derroteros preocupantes, empezando por el mando que tiene el señor Javier Tebas sobre el asunto, el deporte, el negocio, la televisión, los horarios, los repartos y los insultos. Alguien, y no digo él, que no me parece a la altura del fútbol, debería tomar cartas en el asunto. Porque solo leyendo los periódicos (yo apenas leo webs, no me interesan; menos los tuits; sí, soy un anciano y no me entero), uno teme que esto acabe muy mal. Claro que si no han hundido ya al fútbol, no creo que lo consigan en los próximos meses.

La verdad es que sancionados por la FIFA los dos equipos más importantes de Madrid, esto tiene otro aspecto, aunque Dani Parejo acaba de decir que “si fallo el penalti, no sé cómo salgo de Mestalla, pues la gente por Valencia me llama perro y me pide que trabaje más”. Y a Sergio Ramos, que sigue haciendo cuento y se toca la cara cuando hace penalti con los brazos o las manos, tampoco le pasa nada. Y, sin embargo, al que tal vez le ocurra algo, es a Luis Suárez por decir que “el fútbol es cosa de hombres”. ¡Cómo se han puesto las chicas, que ya llenan estadios! Y José Mourinho dice que le va a partir la cara a Arsène Wenger en cuanto lo vea. Zinedine Zidane se desmelena (y eso que no tiene un pelo) y ya se atreve a mofarse del Barça diciendo que “sin Messi es peor equipo”. Y Felipe Luis se atreve a enseñar su pie herido, con una uña del dedo gordo que yo no me atrevería a enseñar. Y así, sin parar.

Pero lo más tremendo, de verdad, lo que me parece de una cara dura de cemento armado, es esa crítica de un tal Edgardo Bauza, que parece ser el nuevo seleccionador argentino, que dice que el Barça no mima a Leo Messi. Ese señor fue el que alineó a Messi frente a Uruguay con un parte médico del Barça que certificaba que la ‘Pulga’ no podía jugar porque estaba lesionado. ¡Menuda jeta! Y ese señor (y toda Argentina) puede disfrutar de Messi gracias a las inyecciones que le pagó el Barça. Y no Argentina.