SOBRE EL TERRENO

La que nos espera: todos los niños, rubios platino

El nuevo chico rubio del Barça ha empezado a provocar estragos en las casas de sus seguidores

El nuevo chico rubio del Barça ha empezado a provocar estragos en las casas de sus seguidores / sport

Emilio Pérez de Rozas

Se lo he contado varias veces, pero es una observación que me viene habitualmente a la cabeza cuando veo algunos comportamientos de las grandes estrellas del deporte, especialmente, futbolistas. La observación me la hizo, ¿recuerdan?, una maestra de un instituto periférico de Barcelona cuando me pidió que, si algún día, veía a Leo Messi le pidiese, por favor, que no escupiese tanto como escupe. “Sé que es instintivo, no lo dudo, pero es que los niños, que se pasan el día imitándole, queriendo parecerse a él en todo, se pasan el día escupiendo en el patio”. Cuando comprobé que la encantadora Antonella Roccuzzo colgaba en las redes el nuevo look de Messi, pensé: ¡pobres madres! El nuevo ‘blonde boy’, chico rubio, del Barça ha empezado a provocar estragos en las casas de sus seguidores. Puede, incluso, que hasta el peluquero argentino residente en Barcelona, Ariel Bermúdez, que también apareció en las redes con un selfie que se hizo en el gimnasio de la mansión de Messi, donde le hizo el corte y la teñida, tenga cola en su salón.

He tratado de encontrar ese tinte, que muchos han denominado oro platino, en algo que me parece una contradicción pues el color del oro es distinto al del platino. Si acaso, digo, no sé, no sé de metales, ni de tintes, ni de colores, pues apenas los distingo por mis desastrosos ojos dañados, será más un color platino que oro. Dicen que el tinte sería Rubio Bronde, pero, bueno, es casi plata, como, me temo, será el Balón que se llevará este año la estrella azulgrana, pues el de oro, cuentan, empieza ya a estar en manos de Cristiano Ronaldo, por cierto, es un muchacho más dado a esos exhibicionismos que Messi. Y no me preocupa tanto, no, que las mamás empiecen a desesperarse buscando en el supermercado o en la peluquería de su barrio el tinte platino, plata o Rubio Bronde, para su niño (“¡yo quiero el peinado de Messi!”), sino que Leo empiece a parecerse a Sergio Ramos. De todos modos, siempre nos quedará Iniesta, don normal. De momento, no dudemos. Leo ha vuelto una semana antes al curro. Magnífica señal.