Publicitarse con el dinero del Barça

La suerte que tienen, digo, los precandidatos, que ya parecen candidatos cuando les faltan miles de firmas, o no, tal vez algunos ya las tienen pero quieren más (las quieren porque, si hay varios debates, el último que habla en cada turno es el que más firmes haya validado), es que los chicos, es decir, los jugadores, las estrellas, los tricampeones, no solo están de vacaciones sino que ni leen, ni oyen, ni ven.

Los futbolistas son, ciertamente, muy curiosos y, posiblemente, ninguno de ellos vaya a tener en cuenta que, tras cerrar una de las mejores temporadas de los últimos tiempos (bueno, en realidad la segunda mejor pues se trata del segundo triplete conquistado por el Barça), los presidenciables se llenen la boca (algunos dicen que ellos no dicen nada, pero filtran a los medios multitud de nombres) de posibles fichajes y, por supuesto, ninguno de ellos es barato. Es más, ¡cuidadín con el dato!, casi todos ellos cuestan cinco veces más de lo que costó Rakitic, vital en todos los éxitos del Barça. Lo digo por decir un centrocampista, que es lo que, al parecer, buscan los precandidatos. Y es que, colocadas, retenidas y consolidadas las grandes estrellas en los grandes equipos, resulta que la segunda línea de futbolistas, aquellos que, en teoría, jugarían el papel de Pedrito en el centro del campo, han pasado a costar, incomprensiblemente, 80 millones de euros. Como, por ejemplo, el fornido y correoso Pogba, apalizado en la Champions y, dicen, con una ficha que podría ser la de Neymar o cualquier otro tricampeón, habiendo ganado el doblete en el depauperado 'calcio'.

Por no hablar de Arda Turan, clon de Charly Rexach, autor de la legendaria frase de “correr es de cobardes”. Arda busca equipo para dejar el Atlético “porque en el Atlético se corre demasiado”, excelente tarjeta de presentación para alguien que aspira a conquistar las mayores metas del fútbol europeo.

Estoy convencido de que alguno de esos nombres los ha consensuado Luis Enrique, que, posiblemente, no acaba de creerse que Sergi Roberto o Rafinha puedan jugar ese papel la próxima temporada, cosa que a muchos nos encantaría. Pero no sabemos de fútbol.