SOBRE EL TERRENO

Primer mensaje a Europa: El Barça sigue atreviéndose

Luis Enrique Martínez

Luis Enrique Martínez / sport

Emilio Pérez de Rozas

Todos los tienen, pero solo el Barça los alinea. Empezó no se sabe con quién, aunque todos identifican el salto con Johan Cruyff. Y la apoteosis llegó con Pep Guardiola y su manía, su profecía, especialmente con Sergio Busquets, el tipo al que convertiría en campeón mundial desde Segunda B o, incluso, desde más abajo.

Ha pasado ya la primera jornada de la Champions y lo único que queda es que el Barça lo ha vuelto a hacer. El Barça, inmerso en tribunales, juicios, investigaciones, querellas, malos humores y peores augurios, va y se mantiene firme, allí donde ha sido siempre notable, grande: en la apuesta por su cantera, por La Masia, por los de casa.  

Y sigue siendo eso lo que provoca la admiración mundial, aunque desde los medios de Madrid se oyera ayer, claro, ese cántico de “sí, lo han repetido, pero por poco empatan”. Y Luis Enrique, apoyado especialmente en Andoni Zubizarreta, asegura que lo seguirá intentando. Porque, al final, esa frase de “cuando necesitemos un jugador, miraremos hacia abajo, pero cuando necesitemos un entrenador, también miraremos en casa”, que pronunció en su día Zubizarreta al ascender al desaparecido y recordado Tito Vilanova, ha vuelto a cumplirse con Lucho, que representa el trabajo, la idea, la apuesta, el análisis, los de casa.

Porque, sí, en el Camp Nou, como en el resto de estadios millonarios, cuenta mucho ganar, pero no solo eso. Como dijo Luis Enrique, en la conferencia previa al estreno de la Champions, “nuestro estadio, nuestra afición, también valora cómo hacerlo, cómo buscar el triunfo, cómo intentarlo, cómo pelear hasta el último minuto y, si es con muchos de casa, mejor que mejor”. Por eso, cuando los tienen, los ponen.

“Si algo ha demostrado Luis Enrique desde que arrancó la pretemporada es que no cesará de buscar abajo, entre los nuestros, a aquellos muchachos que puedan ayudar al primer equipo”, añadió Zubizarreta cuando arrancó la Liga y Munir y Sandro se destaparon a lo grande. “Nuestro entrenador, y los jóvenes lo saben, se han dado cuenta muy pronto, tiene la puerta del primer equipo abierta a cualquiera que se atreva a derribarla y a pedir su sitio arriba”.