Sobre el terreno

Pau Gasol señala al zika y yo me acuerdo del 'Topo'

Pau Gasol reclamaba más información ante la amenaza del Zika

Pau Gasol reclamaba más información ante la amenaza del Zika / sport

Emilio Pérez de Rozas

Tengo información privilegiada, ya que he contactado con biólogos que trabajan en casos de zika. Hay disparidad de opiniones e, incluso, se habla de la posibilidad de que los Juegos Olímpicos sean movidos”, acaba de declarar Pau Gasol, la estrella de la NBA, que se ha referido también al aumento de otros peligrosos virus: “Tampoco se habla del dengue, que ha aumentado en un 320%”.

Si alguien como Gasol ha decidido encender las alarmas sobre la inestabilidad reinante en Brasil y las distintas sedes de los JJ.OO. es porque sabe algo más que nosotros de todo lo que rodea a este lío. Es evidente que unos Juegos Olímpicos son la oportunidad más hermosa que existe para miles y miles de deportistas de distintas disciplinas, pues nada es comparable a una medalla de oro, especialmente para deportes minoritarios o poco dados al espectáculo televisivo al contar con sus propias competiciones estelares como podrían ser el caso del fútbol (Champions y/o Copa del Mundo), baloncesto (NBA), tenis (Grand Slam) o los mismos Mundiales de atletismo y, aun así, en este último caso creo que el oro es mucho más que ser el mejor del mundo.

Mi problema, no el de Gasol o el de tantos y tantos deportistas que acudirán a los JJ.OO. (o sí, vaya usted a saber), es que las palabras de la estrella española de la NBA me han recordado, no solo la reciente violación de una joven, o la manera cómo atracaron a tres regatistas españoles no hace mucho, o la mucha violencia e inseguridad que hay en Brasil sino la muerte de nuestro amigo Jorge López, ‘El Topo’, cuya muerte sigue sin aclararse casi dos años después de que nos lo arrebatasen unos delincuentes, policías sospechosos y una justicia sin piedad. Está el zika, el dengue, pero también está la escasa seguridad que existe en el país anfitrión de los Juegos, sin hablar de esas aguas contaminadas en las que se celebrarán los torneos de vela y otras muchas situaciones delicadas, muy delicadas. Es evidente que, a escasas semanas de que se inauguren los Juegos, nadie piensa en la suspensión. Lo malo es haber llevado esto tan lejos.