Sobre el terreno

Los monosílabos de Lucho

Emilio Pérez de Rozas

viéndolo, oyéndolo, observándolo, intuyendo lo que padece, escuchando sus respuestas (perdón, perdón, sus monosílabos), uno llega a la conclusión de que Luis Enrique acaba la presente temporada y se va. No entra en mi cabeza (¡ojito, que empieza a ser una cabeza envejecida, cierto!) que alguien que quiera, que desee, que pretenda, que busque disfrutar de una larga estancia en Barcelona y en el Barça se comporte así. Así de seco, de distante, de malhumorado (cuando fuerza la sonrisa o la broma, aún se le nota más) en todas y cada una de las conferencias de prensa.

Lo siento, sí, pero lo de ayer fue excesivo. Nunca vi un Luis Enrique tan cortante. No ya cuando le preguntaron si seguiría el año que viene (que tiene contrato) sino, incluso, cuando le preguntaron si le gusta o le incomoda que la afición (¡y todos nosotros, caray!) piense, sueñe, hable o disfrute con la posibilidad de ganar el triplete.

No hablaré de ser desagradable, no, no y no, porque no lo es, porque no lo fue. Pero le falta poquito, muy poquito. A Luis Enrique no le gustamos. Y yo lo entiendo, pero él debería de entender que todas esas conferencias (cierto, son un montón, antes y después de cada partido ¡y el Barça juega tres por semana!) podrían ser, sí, una manera de lucirse. Vale, de lucirse no, pero de explicarse, de hacer llegar mensajes a la afición que, posiblemente, le ayudarían (incluso a nosotros) a entender muchas de las cosas que hace.

Ayer mismo, cuando le preguntan por el triplete, no le cuesta nada (porque, además, fijo que lo piensa) decir que “yo también pienso en ganar el triplete; y me gusta que mi equipo crea que lo puede conseguir; y me agrada que la afición aspire a semejantes premios, pero… debemos ser prudentes”. Pero ¡caray!, está bien, es muy chulo, que la ‘gent blaugrana’ piense que tu equipo, el tuyo, ‘Lucho’, el tuyo (sí, el de Messi, Suárez, Neymar, Xavi, Piqué, Busi, Mascherano, Bravo… ¡pero también tuyo!) sea el único que puede conseguirlo. Y como es chulo, dilo, hombre, dilo, que está bien.