SOBRE EL TERRENO

Las semifinales de Champions, palabras mayores

Nadie, ni siquiera el Barça, puede creer que tiene el trabajo hecho. Esto es fútbol

Nadie, ni siquiera el Barça, puede creer que tiene el trabajo hecho. Esto es fútbol / sport

Emilio Pérez de Rozas

La hora de la verdad. Uno de los momentos más hermosos de la temporada. Cierto, si no es este año, será el otro y, sino, el otro. Los grandes, el Barça, el Real Madrid, el Bayern, la Juve, siempre tendrán oportunidades de este calado. No así, tal vez, el Oporto, que se dedica a jugar un fútbol agresivo, bello, fuerte y, sobre todo, a inventarse futbolistas jóvenes, que luego vende por una auténtica fortuna.

Es el momento de acceder a semifinales. Poca cosa, dirán algunos, para un grande, pero vital para poder seguir soñando con la Champions. Llegado a este martes tan importante es seguro que si alguien puede vivir de la ilusión, esperanza, confianza y saber que tiene todas las de ganar, es el Barça. Perdón, su entrenador y futbolistas, pues solo ellos (ni siquiera el Oporto que también ganó 3-1) concluyeron felices y reconfortados la jornada anterior. También el Oporto, sí, pero su visita de hoy a Munich es durísima. Ilusionante, pero durísima.

Son partidos que muchos de sus protagonistas han jugado ya mil veces, pero no por ello son ni más fáciles ni menos complejos. Si algo saben todos ellos, todos, es que en fútbol puede ocurrir todo. Todos han visto equipos que arrollan y pierden; equipos que ganan y acaban perdiendo; equipos que arrancan eufóricos y, al minuto, tienen un gol en contra y el portero expulsado. Ese es el fútbol vivo y de Champions. Pura incertidumbre.

Las cuatro eliminatorias son maravillosas. E inciertas. Incluso, insisto, los que han goleado, Barça y Oporto, saben y han visto de qué son capaces sus rivales, PSG y Bayern. Ya ni les cuento el duelo del Bernabéu y ese otro sueño francés, perdón, del Mónaco ante la ‘vieja señora’.

Estas dos fantásticas noches de fútbol arranca con un gesto exclusivo, de coraje, de amistad eterna, de complicidad, de Pep Guardiola, que ayer se presentó, ante los ojos de medio mundo, con una camiseta en la que pedía justicia para nuestro amigo el ‘Topo’, Jorge López. Gracias infinitas don Josep. Todos nosotros, Verónica y sus hijos se lo agradecemos. Porque necesitamos que se haga Justicia.