SOBRE EL TERRENO

Y Florentino se tragó el montaje de Ramos

Florentino admite que Ramos es intransferible

Florentino admite que Ramos es intransferible / sport

Emilio Pérez de Rozas

Lo juro, desde el primer día que oí a Manolo Lama en la COPE contar que Sergio Ramos había rechazado la miserable oferta de renovación que le había ofrecido Florentino Pérez y que meditaba dejar el Real Madrid pese a que le restan aún dos años de contrato, supe que el ‘ser superior’ iba a caer en la trampa, quisiera o no, les gustase el capitán blanco o no, creyese más en Varane que en el de Camas.

Usted y yo, bueno, mucho más usted porque sabe más de esto que yo, ¡vaya que sí!, sabíamos que lo de Sergio Ramos, ‘conquistador’ de ‘la décima’, hacedor del milagro cuando, de nuevo, todo estaba perdido para el Real Madrid, se saldría con la suya. Todo lo que ha ido ocurriendo, incluso la candidez de alguien tan duro y serio como Van Gaal e, incluso, el ridículo protagonizado por el modélico Manchester United, formaba parte del juego de Sergio Ramos y su hermano René, que no sabrá inglés pero está a punto de llevarse su señor 10% en la suculenta renovación del central.

La historia de Ramos le ocurre al Barça (y perdonen la comparación, pero es que hay que hacerla porque siempre estamos riéndonos de las tonterías que hace el ‘més que un club’) y estaríamos exigiendo que se repitiesen las elecciones, sí, sí, como lo leen. Pero, no, mira, además de lo de Iker Casillas, además del 0 de 3 de la última temporada, el ‘ser superior’ se ha tragado, en vivo y en directo, retransmitido por la radio, televisión y prensa, el culebrón que le prepararon los Ramos, Sergio y René, para terminar pagando lo que toca, que no sé cuánto es pero muchísimo más de lo que Florentino quería. Vaya que sí. Y, encima, cabreando al United, que acabará vendiéndole a De Gea por el dinero que quiera.

Usted y yo, bueno, mucho más usted que yo porque sabe más de esto que yo, ¡vaya que sí!, sabíamos que Sergio Ramos no tenía intención alguna de irse ni a Manchester ni a ningún sitio. Otra cosa es el precio que Ramos pagará por su desamor cuando cometa el primer error en el Bernabéu, haga el primer penalti o no conquiste la 11ª, de la que ya hablan, vista la extraordinaria estrategia defensiva y el maravilloso Isco que ha logrado Rafa Benítez.