SOBRE EL TERRENO

No se engañen, este noes un clásico cualquiera

Cristiano Ronaldo y Leo Messi durante un clásico de la Liga 2013-14

Cristiano Ronaldo y Leo Messi durante un clásico de la Liga 2013-14 / sport

Emilio Pérez de Rozas

Viendo el clarificador reportaje de Jordi Évole con Oriol Junqueras en Sevilla -en esa España que ninguno de los prohombres que hay en Catalunya, en el Gobierno y en el singobierno, en las instituciones y en sus aparatos paralelos, cada vez más fuertes y decisivos, se atreven a visitar-, recordé que el Barça es la única institución catalana que se convierte, semanalmente, en la representación del pueblo catalán en la España profunda y no tan profunda.

Tengo la sensación de que, una vez superada la asamblea de compromisarios donde el tema pasó desapercibido, el Barça sigue resistiéndose a convertirse en objeto de codicia de aquellos que intentan convertir nuestra vida y la de los nuestros en un camino único e inseparable hacia el 9-N. Todo lo demás parece no existir en su mundo. Y lo demás, que es sanidad, educación, trabajo, presente, futuro, se ha convertido en superficial, en secundario. Solo hay un objetivo sin libro de ruta, pura improvisación diaria, al que, de momento, el Barça se ha resistido, convirtiéndose en el único objeto de deseo que, junto a la petición de que queremos votar (¡todos queremos votar, aunque no todos lo digan!), sigue pensando, acertadamente, que no puede hacer más de lo que hace, entre otras razones porque el Barça fue, es y será el único punto de encuentro donde todos, los nacidos aquí y los llegados de todos los rincones de España, los que quieren la independencia y los que solo quieren votar, se encuentran cómodos al sentirse identificados en unos colores y una idea que, probablemente, será de las pocas cosas que sobrevivirán al 9-N.

Y, en lo que no ha pensado nadie (ni les importa), es en la presión añadida que deben soportar la entidad y sus jugadores cuando, como ocurrirá mañana, visiten el Bernabéu. No será este, no, un clásico más, dado el estruendo que se está generando en Catalunya. Y, encima, con un árbitro novato. Lo digo, porque los mismos que quieren ganar y arrasar en el Bernabéu, tendrían que pensar que solo esos chicos, vestidos de azulgrana, se atreven a llegar más lejos que Mas, Junqueras y compañía, que no se mueven de casa para no oír según qué cosas. Y a estos sí les exigimos ganar. Y hasta golear.