El auténtico 'Dream Team' de la historia del Barça

Manuel Tomás, documentalista del Barça, y el memorión Frederic Porta acaban de publicar, ¡ya!, ayer, un maravilloso libro que se lee entero o a ratitos, pero que hay que tener en la mesita de noche: Barça inédito, 800 historias sobre la apasionante vida culé. Le pedí a Tomás su ‘dream team’ favorito y me dio el ‘Dream Team’ de empleados, “los grandes olvidados”. Aquí lo tienen.

ÁNGEL GARCÍA PADILLA. Tesorero en 1912. El segundo empleado en nómina del club (el primero fue un ladrón que se escapó con el dinero que había en la tesorería) fue escogido porque era sargento del Ejército y pensaron (y acertaron) que sería muy honrado.

EUSEBI CARBONELL. Cajero entre 1918-58. Persona fundamental (ya ven los 40 años en que se hizo cargo de las cuentas) en la historia del Barça. MANUEL TORRES. Conserje del campo de la calle Industria y, luego, de Les Corts, donde vivió hasta poco antes de su demolición, ahora hace exactamente 50 años.  

ROSSEND CALVET. Secretario técnico durante la Guerra Civil (1937). Fue Calvet quien lideró la expedición azulgrana que hizo la gira americana (México y EE.UU.), en la que recaudaron 12.900 dólares, que salvaron al club de su desaparición. 

ÁNGEL MUR, padre e hijo. Masajistas míticos, qué contar de ellos que no se haya explicado y elogiado, por corazón, sentimiento y profesionalidad: Casi únicos. JOSEP CUBELLS. Conserje de la sede social del Barça en 1938, cuando un avión fascista bombardeó las oficinas y Cubells, jugándose la vida, salvó documentos, trofeos y la caja. 

JOSEP PUJOL. Taquillero en 1939. Alojó en su piso, durante diez años, al mítico César Rodríguez ‘el Pelucas’, por expreso deseo del club.

PERE CUSOLA. El inquilino de La Masia del Camp Nou. Vivía allí, lo que provocó la sorpresa del presidente Agustí Montal Galobart.

TRINIDAD TURMO. Telefonista 1960-70 y primera mujer empleada por el Barça. PAPI ANGUERA y TXEMA CORBELLA, encargados del material, conocedores y guardianes de los grandes secretos y tesoros del vestuario. Hay más, muchos más, pero este es el once de mi amigo Manuel Tomás. Lean el libro, de verdad.