SOBRE EL TERRENO

Ardo en deseos de saber por qué se queda Xavi

Xavi, departiendo con Bartomeu en su regreso al trabajo

Xavi, departiendo con Bartomeu en su regreso al trabajo / sport

Emilio Pérez de Rozas

Como veo, oigo y leo que muchos de mis queridos colegas han decidido fardar de que, en su momento, recibieron el ya famoso mensaje, sms o WhatsApp, en el que Xavi Hernández, para ellos ‘máquina’, les anunciaba su despedida del Barça, he tomado la decisión de anunciar que yo no recibí ese mensaje. Así que tengo la fortuna (no sé ellos) de no sentirme en absoluto traicionado por la decisión tomada por el ‘cerebro’ del más grande equipo jamás habido que ha decidido cumplir el suculentísimo contrato que le liga al Barça, el club de sus amores. Digo.

No me siento traicionado pero siento un cosquilleo especial por saber qué ha ocurrido. Era evidente, cristalino, que el club hubiese visto con buenos ojos que Xavi hubiera dejado la entidad. Y, probablemente, más de uno hubiese visto con agrado que lo hubiera hecho como lo ha hecho Carles Puyol, es decir, a pecho descubierto. Pero, claro, el declive físico de Xavi, de existir, no es el del gran capitán, que ya no podía jugar. Xavi, a ojos de todo el mundo (no sé si a ojos de sus entrenadores), tiene aún miles de kilómetros en sus botas y cientos de pases de gol en su cabeza.

No quisiera, por descontado, sospechar que Xavi se queda porque no ha tenido más remedio. O porque las oportunidades que le han surgido no le han satisfecho. No ha aparecido, no, un Schalke 04 que lo rescatase en ‘plan Raúl’ y, si lo ha habido, no ha sido al precio que él quiere. No quiero pensar que se queda porque Hacienda decidió, de pronto, que la indemnización por despido pasase a tributar en el IRPF. O qué se yo.

Espero, sí, que Xavi se quede porque quiere competir y no seguir eligiendo (lo siento, es mi sospecha) los partidos que juega. Es posible que se quede porque piense que la competencia en su puesto está aún verde. Puede. Aunque esa frase desvelada por mi amigo Luis Martin (“si no te pongo, no me toques las pelotas”, de Luis Enrique al ídolo azulgrana) es, dicen, la viva demostración de que Xavi tendrá que currar de lo lindo para estar en el equipo titular. Es evidente que Xavi quiere formar parte del futuro, más o menos próximo, del Barça y para ello ha de recuperar el presente. Suerte, ‘máquina’.