Los Raiders cambiarán la bahía por los casinos

Parece que los Raiders siguen buscando su tierra prometida. Después de toda la polémica que ya generaron durante los años 80 cuando su propietario entonces, Al Davis, consiguió mover la franquicia de Oakland hasta Los Angeles, en contra de todas las demás franquicias, ahora, otro revuelo de alto voltaje se está generando en la NFL. 

Si bien es cierto, que al cabo de unos años, la 'Raiders Nation' volvería a la ciudad que la vio nacer, parece que los aficionados tendrán que volver a sufrir un trauma. Solo les quedan un par de años para poder disfrutar del espectáculo de la NFL en la 'ciudad dorada'. 

Esta vez sí, 31 de las 32 franquicias han aceptado que los Raiders se trasladen a Las Vegas. De hecho, la única franquicia que se ha mostrado negativa al cambio han sido los Dolphins de Miami. 

Los perjudicados, una vez más, serán los seguidores que ahora tendrán que decidir si siguen dando soporte al equipo o si repudiarán de la franquicia y de su actual propietario, Mark Davis. 

El moviento, que sin embargo no será efectivo hasta dentro de dos temporadas, pondrá a prueba la fidelidad de sus fans, que tendrán la difícil decisión de seguir, o no, yendo al Coliseum. 

La otra reacción esperada era la de los jugadores. El flamante quarterback de los Oakland Raiders, Derek Carr, se mostró en twitter "sobrecogido" por la situación y aseguró que los jugadores no tuvieron ninguna responsabilidad en la decisión. 

Las vegas, un proyecto que promete

La verdad es que la 'ciudad del juego', en Nevada, hace ya tiempo que quería hacerse con una franquicia deportiva. Después de fracasar en la NBA, finalmente han encontrado el premio en la Liga de 'Fútbol' Americano.

El equipo, que supondrá un reclamo más de Las Vegas, ya ha desvelado el proyecto de construcción de su nueva casa.

Así es como se verá en unos años el nuevo Estadio de Raiders en Las Vegas #NFL Cc: @Tercer_Cuarto pic.twitter.com/fHw51UEN05

— Ernesto Senteins (@Senteins) 27 de marzo de 2017 

Una drama que se suma también a otros cambios sonados de franquicias deportivas. La más reciente, la del equipo de Seattle Supersonics en la NBA, que se trasladó a Oklahoma City con el nombre de los Thunder y que demuestra, que en América, los deportes son puro negocio.