LA ENTREVISTA

Sergi Ponsa: "Este deporte no tiene techo, es el cielo... es volar"

Sergi Ponsa es uno de los 11 instructores que han volado junto a las 170.000 personas que lo han probado en el túnel del viento de Empuriabrava

"Si quieres estar en la élite de este deporte has de trabajar muy duro"

"Si quieres estar en la élite de este deporte has de trabajar muy duro" / sport

Ángels Fàbregues

¿Si no tenemos alas por qué soñamos siempre con volar?

Porque anhelamos la libertad. Fíjate en la historia del ser humano que siempre busca la libertad, sensaciones nuevas, adrenalina y superarse. Siempre queremos dar un paso más, progresar… y para mí el progreso es volar. Es imposible volar sin alas, solo vuelan los pájaros, y nosotros hemos conseguido hacerlo. Hemos dado con la fórmula de realizar el sueño de volar.

¿Volar en el túnel del viento es un deporte?

Por un lado es una actividad de ocio y por el otro cada vez más un deporte. En inglés se llama ‘indoor skydiving’ que significa paracaidismo indoor, y es un deporte considerado de los extremos, aunque es muy seguro. Todo lo que podemos hacer dentro del túnel puede empezar como una actividad de ocio y acabar haciendo movimientos increíbles con nuestro cuerpo con sensaciones completamente distintas a las de otros deportes.

¿Cómo entras en este mundo?

Un poco de rebote. Vengo un día y lo pruebo. Tal como lo pruebo dejo el currículum en recepción. Me dan la oportunidad y empiezo a hacer el curso de instructor. A partir de ahí aprendo y empiezo a volar.

¿La mejor sensación de volar?

Para mí es el único deporte que me ha dado un grado de evolución sumamente atractivo. Nunca paras de aprender. El proceso es único. Aquí cualquier movimiento siempre puede ser mejor: más rápido, más limpio, más espectacular.  La progresión es muy definida ya que puedes volar bocabajo, de espaldas, sentado, dinámico… este deporte no tiene techo, es el cielo... es volar. 

¿Qué ha supuesto el túnel del viento para los paracaidistas?

Es un avance importantísimo. La duración de un salto para practicar los movimientos es de un minuto como mucho y cuanto más sabes, más rápido vas y menos tiempo tienes. Aquí dentro puedes hacer horas. Quince minutos aquí equivalen a quince saltos lo que significa quince subidas al avión, quince bajadas, estrés, cambios de presión… aquí disfrutas y mejoras la técnica, tienes a tu coach que ve exactamente lo que haces cosa que en un salto es difícil de percibir. Para los paracaidistas ha sido un avance espectacular.

¿Y para el público en general?

Aquí el público va desde el niño de cuatro años hasta la señora de ochenta y seis que hacen la actividad y se quedan tan alucinados. Y hay el público que viene, lo prueba una vez y pide volver y que les enseñes todo de este deporte y empieza la pasión.

¿Es buena terapia antiestrés?

Es una manera de relajarse. Yo soy una persona muy activa, con mucha energía, y el túnel te pide mucho relax. A mi me ha ayudado a compensar mucho toda esta energía y canalizarla. Salgo de aquí con una paz espectacular. Y no hace falta ser profesional para que esto ocurra.

¿Somos buenos los catalanes? 

Yo creo que sí. Yo soy un ejemplo (risas). El único túnel de España está en Catalunya, aquí viene gente de todo el mundo, pero hay muchos catalanes que vuelan y que lo hacen muy bien.

¿De qué países viene más gente? 

Estamos en Empuriabrava -pronto estaremos también en Barcelona- y tenemos muchos ‘firstimers’ (debutantes) turistas, muchos catalanes, del resto de España, mucho francés y muchos europeos. En cuanto a profesionales viene gente de toda Europa, Sudáfrica, Estados Unidos y países asiáticos. 

¿Cuál es la máxima aspiración para un profesional de este deporte?

Volar y seguir volando...