Polideportivo

Donald Trump y "los hijos de puta" de la NFL

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Muchos jugadores de la NFL hincaron su rodilla en tierra este pasado domingo / EFE

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

Donald Trump tiene la rara habilidad de encabronar a media humanidad cada vez que publica un twitter. En los últimos días, la ‘lengua más rápida’ (y venenosa) de la Casa Blanca puso de los nervios a lo más granado del deporte estadounidense. “Saquen a esos hijos de puta del campo “, dijo refiriéndose a los jugadores de la NFL que protestan airadamente hincando su rodilla en tierra cada vez que suena el himno de su país. Ese exabrupto fue respondido inmediatamente por deportistas de la talla de LeBron James, Michael Jordan, Stephen Curry

Nadie como Trump para echar gasolina al fuego. Es un pirómano que en mitad de su habitual borrachera verbal, se atrevió a pedir a los propietarios de los equipos de la NFL: “saquen a esos hijos de puta de los campos”. Es más, conminó a que fuesen apartados de los clubs e, incluso, despedidos. 

La nueva ‘guerra’ desatada por Donald Trump se inició cuando se barajó la posibilidad de que los vigentes campeones de la NBA, los Warriors, fuesen invitados a la Casa Blanca. Su líder, Stephen Curry filtró a los medios que no tenía el menor interés en estrechar la mano del presidente de los Estados Unidos. Trump, furioso, anunció la suspensión de esa visita. Otros jugadores importantes de la franquicia como Durant o Iguodala se sumaron a la protesta de Curry. 

LeBron llama al presidente "golfo"

Ya en plena vorágine de reproches, LeBron James calificó a Trump de “golfo”y Kobe Bryant, más diplomático, le acusó de ser “un presidente que inspira disensión y odio". El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, fue lapidario: “Señor presidente –publicó en una carta-. Usted habló sobre Stephen Curry y el hecho de honrar a la Casa Blanca. Mi pregunta es, ¿no debería ser Usted quien la honrase?”

Las protestas se iniciaron como muestra de repudio por la violencia policial contra los negros. El ex mariscal de campo de los 49 ers. de San Francisco, Colin Kaepernick, que es afroamericano, fue el primero que se negó a saludar al himno de su país en 2016. Este pasado domingo repitieron ese mismo gesto más de 150 jugadores, además de entrenadores y dueños de los franquicias. Todos ellos pusieron rodilla en tierra o entrelazaron sus brazos mientras sonaban los acordes de ‘La bandera estrellada’. Trump consiguió lo que parecía imposible: la unidad de los jugadores y de los propietarios de los clubs. Todos contra él. 

Un español, en el eje del 'mal'

Alejandro Villanueva, tackle izquierdo de los Pittsburgh Steelers, nació hace 29 años en la base naval de Meridian (Misissipi), en el sur profundo de los Estados Unidos. Hijo de un oficial español que trabajaba para la OTAN, tiene la doble nacionalidad. Antes de convertirse en deportista de élite, sirvió en el ejército de los Estados Unidos y participó en tres misiones de guerra en Afganistán.  También intervino en una sesión especial del videojuego bélico Call of Duty.

Villanueva, este pasado domingo, fue el único jugador de su equipo que se asomó por la entrada del túnel del Soldier Field y cantó el himno con su mano en el corazón.  Mientras tanto, sus compañeros permanecieron encerrados en el vestuario. El entrenador Mike Tomlim comentó a la cadena televisiva CBS que el equipo no iba a salir a la ceremonia como protesta por los comentarios de Trump.