Bólidos en la Titan

El campeón holandés de BTT, Bram Rood, de 31 años, supo ver la jugada de una segunda etapa de la Titan Desert entre Aknioun y Toughach, de 112,8 Km. marcada por la velocidad. Rood, preveyó que los exprofesionales de la carretera montarían un TGV con capacidad para dejar en fuera de juego a cualquiera. Y así fue.  Desde ese grupo de privilegiados, Luis Pasamontes y Oscar Pereiro lanzaron una ofensiva a 35 Km de la meta. Sobre ellos llegaron Rood, Trujillo y el doble medallista olímpico de persecución, Sergi Escobar. El ganador del Tour del 2006 quiso sacarse el mal sabor de boca de la primera etapa, en la que perdió todas sus opciones en la general, para disputar el sprint, pero a 2 Km. de la llegada sufrió una caída y rompió el cuadro, lo que le impidió disputar la victoria, que fue a parar a manos del holandés, por delante de Trujillo y Escobar.   

El portugués José Silva sigue al frente de la clasificación general y su más directo rival, Diego Tamayo, estuvo a punto de quedar barrido de la Titan Desert. En el peligroso descenso del único puerto situado a 25 Km. de la salida se le cruzó un corredor que había perdido el control y con tal de evitarlo fue a parar a la cuneta. Luego, un pinchazo le hizo perder tres minutos, lo que le supuso tener que perseguir al grupo de los mejores durante 30 Km. La proeza hubiera sido imposible de no haberse encontrado a Milton Ramos, que ayer salió a disputar la etapa con cinco minutos de penalización. En categoría femenina, Anna Ramirez consiguió su segunda victoria de etapa y consolida su liderato en la general.

Desde el anonimato hay otro tipo de corredores que persiguen un sueño por los demás. Uno de ellos es el expívot del Estudiantes, Unicaja y Lucentum , Iñaki De Miguel, una torre de 2,04 y 115 Kilos de peso que disputó la segunda etapa sin tiempo de haberse recuperado de las doce horas que necesitó para terminar la primera jornada. Se pasó toda la noche sin pegar ojo, víctima del dolor que le producían los continuos calambres: “Estuve toda la noche bebiendo agua y estoy sufriendo como nunca, pero yo sigo adelante”. Pregunta como le fue a José Maria Jiménez en una edición anterior: “El es un 2’04 como yo”. Hubiera sido mejor que no se enterara de la respuesta. De Miguel forma parte de un equipo denominado Freno al Ictus. La idea partió de su amigo Julio Agredano, que en el 2011 sufrió esta enfermedad y le propuso recaudar fondos a través de la Fundación Marazuela. De Miguel aceptó encantado y aquí está sufriendo, explicando su proyecto mientras le masajean una musculatura elefantina que ayer también le dio una nueva ración de calambres. El madrileño llegó tan justo que no tenía ni fuerzas para mover su maleta dentro de la jaima. Luego, a duras penas pudo llegar hasta el centro médico donde fue rehidratado con suero. Pero sigue ahí, como otros muchos que se están dejando la piel para que en el futuro otros sufran menos. Sin duda, ellos dan más valor que nadie a la Titan. Este miércoles se disputa la tercera etapa, 113 Km. hasta Lamdoure, en las puertas del desierto marroquí. Se trata de la etapa maratón en la que los participantes deberán sobrevivir y pasar la noche en una haima común con lo que lleven.